El municipio de Rodeiro se localiza cerca del centro de Galicia, al noroeste de la provincia de Pontevedra, en las llamadas tierras altas de la dorsal gallega.
El ayuntamiento se divide en 146 entidades singulares de población, perteneciente a sus 20 parroquias.
La fisonomía de estas tierras está marcada por dos sectores. Por un lado la Sierra de O Faro y sus rebordes montañosos de la parte oriental, con altitudes que superan los 1.000 metros, y por el otro, el curso alto del río Arnego o el Valle de Camba, situado en la zona occidental del ayuntamiento y con una altitud media entre los 600-700 metros. De esta manera, podemos apreciar un descenso de altitud de este a oeste.
El clima es marítimo fresco o mediterráneo templado. La media anual ronda los 12-13 grados y las precipitaciones, exceptuando los dos meses centrales de verano, oscilan entre 1.300-1.500 milímetros al año.
Las características del relieve generan contrastes internos entre la zona de valle y el cinturón montañoso. Como consecuencia, con el incremento de la altitud, se produce una considerable reducción de las temperaturas y un aumento de las precipitaciones. Por lo tanto, las parroquias orientales del ayuntamiento, debido a su mayor altitud, se caracterizan por unas condiciones climáticas más duras.
Debido a la riqueza y variedad arquitectónica-artística del municipio podemos, por medio de su legado artístico, recorrer el camino de su historia.
Como primer testimonio de los antiguos habitantes de Rodeiro tenemos que citar algunos de los restos prehistóricos que aún se conservan en estas tierras, por ejemplo, el conjunto de Áceme, donde se descubrieron 10 enterramientos megalíticos, y el conjunto de Pedroso, con 9 enterramientos megalíticos. Otra interesantísima muestra del pasado prehistórico son los castros (recintos fortificados de forma oval o circular). Dentro de este tipo de construcción destacan el conjunto del Castro de Casasoa, en la parroquia de Río y el conjunto de la Devesa, ubicado en Rodeiro. Como anécdota cabe mencionar que muchas de nuestras leyendas más arcaicas parten de los castros.
La romanización dejó vestigios en el municipio de Rodeiro. Un inmejorable ejemplo es la vida romana descubierta en Porta de Arcos. Su singularidad la hace merecedora de un destacado puesto dentro de la arqueología de la época romana en la Galicia interior.
Una de las mejores formas de conocer un lugar es caminando a través de sus tierras. El ayuntamiento de Rodeiro tiene varias rutas que nos permiten disfrutar y familiarizarnos con el arte y el paisaje de la zona.
RUTA DEL FARO I (6 km.). Ascenso desde el Valle de Camba hasta la capilla de la Virgen del Faro, donde se puede apreciar otro panorama de las Tierras de Camba y disfrutar de otro hermoso paisaje de verdes prados y árboles autóctonos.
RUTA DEL FARO II (7 km.) Antigua ruta de peregrinos que se dirigían desde Oseira hasta la Capilla de la Virgen del Faro. Destaca por su recorrido por las cotas más altas de la sierra del Faro.
RUTA DE LOS PAZOS (6 km.): Se parte de la capilla de la Virgen del Faro y se visitan las casas nobles más importantes del ayuntamiento. Estos pazos tuvieron mucha importancia en la edad Media, ya que pertenecían a los churrucaos, que en el siglo XV tomaron parte en la Reconquista y Granada como generales de los Reyes Católicos.
RUTAS DE LOS CASTROS (8 km.) Recorrido por los montes de Cantelle y Casares, en los que se encuentran dos castros que nos hablan de un tiempo céltico de nuestra tierra.