Apartamentos en plena naturaleza, tranquilidad y desconexión. Rodeados de animales (cabras, ovejas, vacas, caballos, gallinas), sin olvidarme de los perros de la casa de enfrente que eran todo cariño. Berta y Luís, buenas personas (con el detalle de las magdalenas nos ganasteis). Con ganas de volver. Un saludo.