Casa Túnel Nido de Águilas

Hemos intentado respetar y conservar muchos elementos que tenía la casa histórica. Uno de ellos es la puerta de caballerías, para la que hemos colocado una puerta de madera de dos hojas, como la que había antiguamente, que es por donde se accede a la casa. Pasada la puerta accedemos al salón cocina, desde ahí a través de un hueco, entramos en una sala de lectura ubicada en el corazón de la montaña. Desde la sala de lectura se puede acceder a una pequeña sala de distribución, que da acceso al baño que tiene la parte de vivienda, que da al pueblo y de ahí al verdadero tesoro de la casa. Es el punto de la casa donde se accede a los 20 metros de túnel, que con toda su fuerza y su agresividad nos transporta al mayor encanto de la casa, la suite Nido de Águilas, 30 m² en una sola estancia diáfana con tres ventanales que dan al cañón del río Júcar. Atravesar ese túnel es como teletransportarte del bullicio del lado del pueblo, a la paz y la tranquilidad de la naturaleza, un verdadero placer asomarte a media noche y escuchar cantar al búho y al autillo, o a primera hora de la mañana, al mirlo y al ruiseñor, anunciando la llegada de un nuevo día.


La casa era utilizada cómo cuadra para caballerías, en la zona que da al pueblo y como Palomar, lo que ahora es la zona suite, cuando comenzamos las obras recuperamos una parte del Cañizo que había enlucido con yeso, que separaba el palomar en dos.