Estupendo fin de semana el que pasamos. Espectaculares las vistas desde el mirador que tiene las cuevas y desde el entorno. Máxima tranquilidad y encantadores María y su marido en el trato, acogedor y familiar.
Las cuevas preciosas, con amplios espacios tanto en zonas comunes como en dormitorios.
Las cuevas preciosas, con amplios espacios tanto en zonas comunes como en dormitorios.
Todo un acierto.