Estuvimos 6 días. Para todo lo que hay que explorar en los alrededores, se hicieron cortos. En la cueva no falta ningún detalle, era muy amplia y deliciosamente fresca. Puedes disfrutar de las estrellas en la misma terraza desde donde se divisa Sierra Nevada o pasar la velada junto al fuego de la chimenea. Es una gozada desayunar oyendo el canto del Torriblanco (Collalba negra, ave emblemática de la zona) y respirar la tranquilidad desde ese privilegiado mirador.
He quedado tan contenta que pienso regalar a mis padres una estancia aquí. ¡Tengo previsto volver el año que viene!
He quedado tan contenta que pienso regalar a mis padres una estancia aquí. ¡Tengo previsto volver el año que viene!