Nos encantó la casa y el entorno, el lugar es precioso, una increíble sensación de bienestar levantarse y estar pegados a ese rio tan precioso y tan limpio. Nos alojamos en el Molino de Valdelagua, es preciosa y muy auténtica, todo piedra y madera que le da un confort muy especial.
Las Casas son una gozada, Juan no enseño también La Fabriquina, muy bonita, perfecta para una pareja. Volveremos!
Las Casas son una gozada, Juan no enseño también La Fabriquina, muy bonita, perfecta para una pareja. Volveremos!