Unos días de relax en la casa Madera Vieja, en un pueblo tranquilo. La casa tiene lo necesario para pasar unos días de desconexión. Nada más entrar te encuentras con un rosal con años de historia, el salón tiene una estufa de pellets, nosotros fuimos en otoño y estuvimos a gusto, las habitaciones acogedoras y con radiador cada una, la zona del jacuzzi es genial, en la parte trasera está el patio con un cobertizo y barbacoa en donde pudimos disfrutar de unas vistas hermosas y del sol que da bastante, fuimos con los perritos y estuvimos muy contentos, los vecinos muy amables y Adrián el propietario pendiente en todo momento, te manda videos e instrucciones desde el primer momento, lo recomiendo.