Tercera vez en que estamos en Madera vieja con nuestra perrita y todo un placer y más con Adrián de anfitrión que está pendiente en todo momento. Cada vez que hemos ido ha sido una sorpresa a mejor. Patio renovado, piscina, y más detalles con mucho gusto. Disfrutamos de la tranquilidad, del sol, la lluvia...dos noches para desconectar. Gracias Adrián por cuidar con gusto a tus huéspedes para una gran estancia.