Estuvimos unos amigos con nuestros hijos, la casa es una casa típicamente rural. Súper especial y bonita. A pesar del frío de febrero y de estar en Ávila, la calefacción funciona muy bien, además de tener chimenea y otra estufa de pelets, con lo que nada de frío. En el patio de piedra, hicimos una barbacoa con carne de allí de la zona que salió estupendamente, y lo bueno es q como no hay vecinos, estás tranquilo porque no molestas a nadie. El trato con Andrés y compañía, agradable. Fue un placer!