Fuimos un grupo de 15 amigos con ganas de disfrutar de la naturaleza, y de hacer turismo; la verdad que hemos vuelto sorprendidos porque ha superado las expectativas. Una casa grande, con todas las comodidades que uno pueda tener en su casa, muy limpia, el dueño, David muy amable en su trato y en todo momento estuvo pendiente de nosotros, nos asesoró muy bien de lo que podíamos hacer y que visitar, y además nos regaló una degustación de patatas revolconas con torreznos, plato típico de Avila y un barril de cerveza para tomar en la casa (la cocina tipo americana dispone de grifo para servir unas buenas cañitas)