La Posada de Abanillas

Estuvimos el puente de los santos una familia de 21 personas y 3 perros. Teida (amable al tlfno es la persona que lleva el negocio) pero la comunicación es dificultosa por problemas de cobertura. A priori íbamos a ser 19 y al trasladar que seríamos 2 más, tuve que llamarla para pedir explicaciones tanto por el 2º presupuesto como por el sentido de unos comentarios, que escritos en 4 líneas a través de wasap, ella misma reconoció que eran inconvenientes. La responsable no estaba ese fin de semana, dejando a su hermana al cargo, la cual, si bien nos recibió con amabilidad y simpatía denotaba una total desidia y desconocimiento del negocio; nos enseñó la cocina con mesa para 21 comensales, nos ofreció lo que según Teida eran 2 fuegos eléctricos grandes, pues la vitrocerámica es de 2 fuegos pequeños y poquísima potencia y nos mostró que detrás de un armario grande (el cual había que desplazar) estaba el cuadro de diferenciales y automáticos por si se iba la electricidad. Si bien, la casa tiene mucho encanto, con un bonito patio compartido con la posada rural con muebles de jardín, caseta y comederos para las macotas, decorada con gusto, la calidad del sueño no está mal, aunque a excepción de 2 dormitorios el resto poseen camas de 180 cm de largo y de 135cm de ancho las de matrimonio, la limpieza es admirable, pero, está dispuesta para ser alquilada por habitaciones y no para un grupo tan numeroso.. La casa solo dispone de un pequeñito salón anexo a la cocina con un solo sofá. Lo peor por ser deficiente es LA COCINA, pues carece para un grupo numeroso prácticamente de todo: de fuegos, de cazuelas apropiadas, (tras haber preguntado y trasladarnos que la cazuela “blanca” es grande nos encontramos que tiene una capacidad siendo generosos para 6 personas) no habiendo tampoco fuentes, sartenes, vasos… Si queréis hospedaros para ir a comer por ahí, genial, pero si el plan es el de comer y cocinar en ella, sufriréis las deficiencias en esta cuestión.