Pasamos dos semanas de vacaciones en la finca Enea, que nos cautivó completamente. La casa es espaciosa y totalmente equipada. La piscina, siempre limpia gracias a la diligencia de Ramón, es un oasis de frescura. La finca es un remanso de paz y tranquilidad, con un cuidado y atención al detalle que nos dejó impresionados. Sin duda, es un lugar que recomendaría y al que espero volver pronto.