La casa es excepcional; tiene una disposición de las habitaciones y de los espacios comunes muy cómoda. La decoración es exquisita y dispone de todo lo necesario para pasar en familia unos días. Además, Luis es un encanto porque está atento a todo y en cuanto le pides algo inmediatamente te atiende. Budia es una localidad pequeña pero muy entrañable; todo el mundo es muy amable y hay bastante ambiente, sobre todo en la plaza del ayuntamiento.