Estuvimos hace unas semanas y nos gusto mucho. Está en un pueblo tranquilo en el que te puedes olvidar de todo y a pocos kilómetros hay sitios que merece la pena ver. La casa está recién reformada pero guarda esa sensación típica de las casas antiguas de los pueblos que todos hemos vivido de pequeños. Tiene todas las comodidades, está limpia y los propietarios son gente amable que no tiene ningún problema en ayudar y enseñarte el pueblo. Sin duda repetiremos en cuanto podamos así que lo recomiendo a todos.