Hemos estado el puente de todos los santos y nuestra estancia ha sido muy buena. La casa tiene de todo lo que puedas tener en tu casa y más. Loli es una estupenda anfitriona, muy dispuesta a echarte una mano en lo que necesites. Nos dejó un bizcocho hecho por ella que estaba riquísimo. El detallazo de despedida ya para rematar. Poder coger los huevos recién puestos y comerlos un lujazo. Una casa muy acogedora en un entorno muy agradable. Por cierto, un aceite estupendo el de Loranca.