En nuestra visita a Huesca nos decidimos por alojarnos en una casita rural que nos dejó encantados desde el primer momento. Por su situación, porque es un lugar donde los niños pueden estar jugando sin peligro y porque las casitas están muy bien montadas y te hacen sentir como en casa.
La casa está muy bien equipada, con un salón enorme y una chimenea moderna que le da un toque genial.
El entorno es inmejorable, rodeado de montañas y de vegetación mires hacia donde mires.
Repetiremos seguro.
La casa está muy bien equipada, con un salón enorme y una chimenea moderna que le da un toque genial.
El entorno es inmejorable, rodeado de montañas y de vegetación mires hacia donde mires.
Repetiremos seguro.