Casa acogedora en un pueblo chiquitito para desconectar, cerca de ciudades preciosas como Leon o Astorga y de rutas por la naturaleza de cuento como el Hayedo de Faedo. La casa tiene de todo, no le falta detalle, todo un acierto la bañera de hidromasaje, para relajarte después de una ruta. Los anfitriones muy pendientes de cualquier necesidad que te pueda surgir. Un gran detalle encontrarnos todo lo necesario para desayunar, leche, café, colacao, bollos, pan, zumo, mermeladas y mantequillas. Nos quedamos con ganas de hacer más rutas, si podemos, volveremos. Gracias por todo Mila.