Una casa preciosa en un entorno maravilloso. Muy grande y espaciosa. Llena de pequeños detalles que le otorgan un encanto muy especial: las picas antiguas en los baños, armarios restaurados, la estufa de hierro fundido, suelos y techos de madera, las cortinas estilo cottage, una cocina con un horno enorme…
Las vistas y la tranquilidad garantizadas. Dispones de absoluta privacidad a la vez que no te sientes abandonado en medio de la nada, gracias a la disponibilidad del propietario que en un momento dado se presenta si lo necesitas. Como anécdota: nos apareció una perrita de caza perdida y pasó a buscarla para hacerse cargo por si nos molestaba. Al final consiguió devolverla a sus dueños.
La limpia piscina no puede estar en un mejor lugar. Es un estupendo mirador para disfrutar en buena compañía con una copa de vino de atardeceres espectaculares. Por la noche es posible usarla también porque tiene iluminación y bañarse bajo un cielo a reventar de estrellas.
Un plus: que la barbacoa esté en el interior. De ese modo la pudimos usar también en estas fechas. Leña para aburrir. Por el humo no hay que preocuparse porque el tiro es estupendo, tanto es así que para uno de nosotros que padece de una enfermedad respiratoria grave no le supuso ningún problema.
El acceso a priori puede parecer que será complicado, pero siguiendo las indicaciones del propietario no implica ningún problema, incluso con un turismo común como el nuestro y cargado hasta los topes.
Aunque si algo destacaríamos por encima de todo es el trato inmejorable de su propietario, Marcel. Educado, profesional, amable, en definitiva: encantador. Muchas gracias por todo,
Las vistas y la tranquilidad garantizadas. Dispones de absoluta privacidad a la vez que no te sientes abandonado en medio de la nada, gracias a la disponibilidad del propietario que en un momento dado se presenta si lo necesitas. Como anécdota: nos apareció una perrita de caza perdida y pasó a buscarla para hacerse cargo por si nos molestaba. Al final consiguió devolverla a sus dueños.
La limpia piscina no puede estar en un mejor lugar. Es un estupendo mirador para disfrutar en buena compañía con una copa de vino de atardeceres espectaculares. Por la noche es posible usarla también porque tiene iluminación y bañarse bajo un cielo a reventar de estrellas.
Un plus: que la barbacoa esté en el interior. De ese modo la pudimos usar también en estas fechas. Leña para aburrir. Por el humo no hay que preocuparse porque el tiro es estupendo, tanto es así que para uno de nosotros que padece de una enfermedad respiratoria grave no le supuso ningún problema.
El acceso a priori puede parecer que será complicado, pero siguiendo las indicaciones del propietario no implica ningún problema, incluso con un turismo común como el nuestro y cargado hasta los topes.
Aunque si algo destacaríamos por encima de todo es el trato inmejorable de su propietario, Marcel. Educado, profesional, amable, en definitiva: encantador. Muchas gracias por todo,