Un lujo de casa, con muchos juegos para entretenerse y camas cómodas para descansar el culo después de una larga caminata de ida y vuelta del bar. No podemos pedir más, fuimos colegas que hacía mucho que no nos veíamos y, no sé si fueron las copas, el aire puro o el entusiasmo, pero fue una experiencia casi psicodélica jajajaja.
Gracias a Kras y a Rafa por ser tan majos y flexibles en todo lo que pedimos (no malpensar porfavor).
Gracias a Kras y a Rafa por ser tan majos y flexibles en todo lo que pedimos (no malpensar porfavor).