Todo estuvo perfecto. La casa está lo suficientemente alejada para ofrecer privacidad, pero cerca de dos pequeños pueblos (se puede llegar caminando). La verdad es que el lugar es tan tranquilo, con espacio al aire libre, barbacoa y chimenea, que apenas dan ganas de salir de la finca. Todo está nuevo y muy limpio. Rocío fue muy amable, puntual y dispuesta a ayudar, nos proporcionó recomendaciones para visitar y ver en los pueblos cercanos. Sin duda, para repetir.