Hemos pasado un fin de semana dos parejas con dos niñas pequeñas. La casa está muy bien equipada, tiene todas las comodidades pero sin dejar de ser una casa de pueblo. El columpio del txoko ha sido un auténtico éxito para las nenas y a nosotros nos permitía comer con tranquilidad. Oier y Raquel fueron encantadores, una de las nenas vomitó en la sábana fantasma y al rato, la teníamos limpia y seca para la noche. Es una casa genial para familias o dos parejas que tengan niños. Volveremos seguro!! Luis e Isabel