Uno se deja llevar siempre por las críticas, en este caso doy fe de coincidía con la puntuación, casa rural excelente con todo lujo de detalles, los críos encantados con la sala de juegos, Lekunberri es un pueblo muy acogedor con todo tipo de servicios , muy céntrico para poder desplazarse a ver otras ciudades ( Donosti, Iruña ... ), además a los amantes del deporte, existen varios recorridos para poder disfrutar de los paisajes haciendo running, btt ..., y por cierto, una cosa importante, por la noche se oye el silencio. El trato por parte de Oier ha sido excepcional, gracias por todo.