Pasamos un fin de semana perfecto junto unos amigos y los respectivos niños. La casa tiene un encanto especial, muy bien decorada y super espaciosa. Lo mejor las barbacoas en el patio, la tranquilidad que se respira en el ambiente y esas tertulias interminables rodeados de amigos. No olvideis dar una vuelta por el pueblo para comprar queso de cabra, miel y los dulces tipicos de la zona (todo riquisimo). Queremos repetir en breve por lo que volveremos a vernos para realizar la ruta por Cabañeros que no nos dio tiempo hacer. Un saludo y muchas gracias por el trato recibido