Hemos estado toda la familia pasando la Nochebuena y la Navidad en la Casa Oeste del Valle de los Ciervos. Pongo puntuación de 5 a todo, porque no puedo ponerle un 10. A la casa, que es gigante, no le falta detalle. Las habitaciones amplias, con baño en cada habitación. Limpísima. Super calentita tanto por la calefacción como por la estupenda chimenea. Y si amplias son las habitaciones, qué decir de ese enorme salón y cocina. Y el entorno... genial para dar paseos y disfrutar del campo... con juegos para los niños, columpio en un árbol y cama elástica. Pudimos hasta hacer barbacoa en pleno diciembre, de leña, que sabe mejor! Solo un "pero", que es maravilloso por otro lado: no hay cobertura apenas, lo cual es genial para desconectar del todo. Hay wifi pero mi móvil no la cogía. No importa, casi mejor ;-) Habrá que volver en verano para disfrutar de la maravillosa piscina que tenéis. Gracias Susana (a nuestra disposición total todo el tiempo, mil gracias) y Alba, por todo.