Habíamos leído muy buenas opiniones y la casa no defrauda. Hemos pasado la Nochevieja en la casa, 19 familiares con niños y dos perros, y nos hemos sentido como en casa. Las dos casas están muy bien equipadas y la finca es muy agradable con dos barbacoas, piscina y un pequeño campo de fútbol. El trato de los dos propietarios es estupendo y estuvieron disponibles en todo momento. Echamos de menos a Bobby, el perro que cuida la finca, que no puede ser más adorable... ¡Volveremos para disfrutar de la barbacoa y la piscina!