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Que ver en Algorfa
El municipio de Algorfa tiene su origen en el privilegio concedido en 1328 por Alfonso II a los naturales del Reino de Valencia, por el cuál concedía la jurisdicción menor, llamada también alfonsina, a todos aquellos propietarios de fincas rústicas por el hecho de constituir en ellas como mínimo quince viviendas y asentar a igual número de familias.
Dicho privilegio estuvo en vigor hasta la abolición de los Fueros del Reino de Valencia por el Decreto de Nueva Planta, dictado tras la Guerra de Sucesión en 1714 con la proclamación de Felipe V como rey de España. Pero antes de que terminara la centuria otro borbón, Carlos IV, a petición de los marqueses de Algorfa y Peñacerrada volvió a restablecer el citado privilegio alfonsino; dicha medida se encuadra en la política de colonización interior que emprendió el reformismo ilustrado en la segunda mitad del setecientos.
Por esos años, el municipio de Algorfa era una extensa hacienda agrícola, en su mayor parte de secano, que estaba incluida entre las propiedades no vinculadas del señorío de Benejúzar, que ostentaba la familia Rosell; pasó a este linaje por el matrimonio, en 1598, de Jaime Rosell y Desprats, Bayle General de la Gobernación de Alicante y primer señor de Benejúzar con Isabel Ruiz Ruiz, hija del señor de Cox.
El 16 de Agosto de 1761, el titular del señorío de Benejúzar, Juan Rosell y Roda, en su testamento instituyó mayorazgo sobre la "hacienda llamada de Algorfa", y otros bienes en favor de su sobrino Francisco Ruiz-Dávalos y Rosell, hijo de Francisco Dávalos, señor de Cox y Violante Rosell y Ruiz (hija de Jaime Rosell), a quien nombró asimismo heredero de todas las propiedades libres. El vínculo comprendía, además de Algorfa, fincas situadas en el término de Almoradí y diversas porciones de tierra en Murcia y Orihuela, así como una casa en esta última población.
La creación del mayorazgo se realizó con las obligaciones de que sus poseedores pagaran cada año y a perpetuidad 167 libras a instituciones religiosas y benéficas de Orihuela; como también la renta de la vicaría, que el otorgante fundó en 1755 en la parroquia de Algorfa, y la satisfacción de otras cargas, aunque éstas lo eran a título temporal. Las restantes cláusulas de la fundación hacen referencia al orden sucesorio, que se establece, como era habitual en estos casos, por derecho de primogenitura, con preferencia del varón sobre la mujer, y concretamente el citado titular de Algorfa, Juan Rosell instituyó el mayorazgo en Francisco Ruiz-Dávalos y dentro de su descendencia directa, en sus hijos Antonio y Josefa. Esta última, con su esposo Ignacio Pérez de Sarrió, señor de Formentera, conseguiría la jurisdicción alfonsina para la heredad de Algorfa, para lo cuál y cumpliendo el requisito establecido en el privilegio de 1328, mandó construir 16 casas en dicha propiedad.
Al año siguiente de crearse el mayorazgo, el primer poseedor consiguió el título de Marqués de Algorfa, con el vizcondado previo de Arneva, por Real Despacho de 3 de Marzo de 1762. En su testamento, Francisco Ruiz-Dávalos, dejaba unido el título de Marqués al mayorazgo, recién fundado, "para que sirva de timbre y honor a sus poseedores".
La heredad de Algorfa, con casa, bodega y almazara, contaba con una superficie regada de 508 tahúllas (60 Hectáreas), dedicada tanto a cultivos herbáceos como arbóreos (moreras, olivos, algarrobos y naranjos, entre otros), y una extensión mucho mayor en el secano, que constituía su dehesa, la cuál es descrita como una "porción grande y numerosa de tierra blanca de campo, así de cultivo como de plantados, de olivos, viñas y ygueras (sic) y también montuosa", con una superficie próxima a 12000 tahúllas (unas 1422 Ha.). La finca estaba dada en arrendamiento a un cultivador que a su vez practicaba el subarriendo, con lo cuál la hacienda se fue fragmentando en lotes para un mejor cultivo y ampliación del espacio roturado. Con todo ello se fue incrementando la presencia humana en este terreno mediante la construcción de casas o barracas dispersas por el área puesta en cultivo; de ahí la existencia de la parroquia antes de la concesión del privilegio alfonsino, pero sin reunir por entonces las quince familias de colonos.
Por contratos de aparcerías subscritos en el lugar de Formentera el 30 de Mayo de 1790, entre Ignacio Pérez de Sarrió, Marqués de Algorfa y señor territorial de Formentera, y los cabezas de familia que venían a poblar esta tierra, se daba por cumplido el requisito indispensable para la obtención de la jurisdicción alfonsina.
LA ERMITA Se eleva sobre una pequeña colina, que le permite ser divisada desde cualquier punto. Constituye uno de los ejemplos más representativos de Algorfa. Construida a principios de siglo con piedras de la cantera de Algorfa.
Cuentan los vecinos del pueblo que, en otros tiempos, la parte interna de la Ermita estuvo decorada de la siguiente manera: "... tenía suelo de mármol con placas blancas y negras, como si fuese un tablero de ajedrez. Al entrar, y en la parte derecha existía una pila bautismal de piedra, construida por un pedrero del pueblo.
El altar era de piezas de madera de distintos colores, simbolizando un mosaico.
El interior de la Ermita permitía una acústica excepcional, y además los rayos de luz, al penetrar por las vidrieras de las ventanas, daban al interior la sensación de estar envuelto en un trozo de cielo... ".
Era famosa en toda la Vega Baja la romería que se hacía a la Ermita en Septiembre, durante las Fiestas Patronales. Estas se celebraban en Septiembre y no en Julio, como correspondía, ya que en los meses de verano la mayoría de los hombres del pueblo se encontraban en la vendimia. El primer Domingo de Septiembre se celebraba una misa en la Ermita, posteriormente se bajaba la Virgen del Carmen al pueblo, donde permanecía todo el día en la Escuela unitaria existente por aquel entonces. Al atardecer de ese mismo día se celebraba la procesión por las calles del pueblo. Al día siguiente, Lunes, se llevaba la Virgen en romería de nuevo a la Ermita.
La Ermita forma parte del patrimonio municipal y se ha reavivado aquella famosa romería, nunca olvidada por los vecinos del pueblo.
Hoy día el Ayuntamiento está realizando gestiones con la Excelentísima Diputación Provincial de Alicante, y con la Generalitat Valenciana, para restaurarla así como la pinada que la rodea. Igualmente se está gestionando el adquirir la Casa-Palacio de los Marqueses, situada junto a la Ermita Que visitar en Algorfa:
- Formentera del Segura
- El Baix Segura
- Almoradi
- Benejuzar