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Que ver en Alfaz del Pi
En l´ Alfàs del Pi han coincidido una serie de circunstancias poco comunes para que se haya producido un fenómeno que muchos consideran irrepetible: la diversidad de orígenes de su población combinada con la promoción de cualquier actividad artística, lingüística o social y participando con vecinos cercanos como Benidorm, Calpe, Guadalest o Altea.
Son miles de ciudadanos extranjeros los que lo han elegido su lugar de residencia permanente. Lo atestigua el hecho de las más de cincuenta nacionalidades que coexisten en el pueblo.
Todo ello, unido a la excelente oferta deportiva, cultural y turística, convierte al municipio en el lugar ideal para vivir, en la localidad con mayor calidad de vida de cuantas tiene a su alrededor. A esta circunstancia se llega a través de los años.
En la década de los setenta, con el desarrollo turístico, l´ Alfàs experimenta un curioso y espectacular cambio; gentes de diversos países europeos lo visitan y se quedan para siempre. Es difícil encontrar un municipio de nuestro continente con una población tan heterogénea como la que aquí existe. Conviven gentes de Noruega, Holanda, Alemania, Gran Bretaña, Australia, Japón o Estados Unidos y a todos ellos es común el deseo de continuar aquí. Es un modelo de convivencia, una forma de vida ejemplar imitada en la sociedades más avanzadas de Europa.
l´ Alfàs está dividido en dos zonas: el casco urbano y la Playa del Albir, y si bien buena parte de su economía ha estado ligada durante muchos años a la tierra y la producción de frutales o almendros, ahora buena parte de la misma se debe al turismo.
El centro urbano fue el que dio origen al municipio y el que sirve de apoyo a las numerosas zonas residenciales y rurales que existen en un territorio muy bien dibujado. Pequeños núcleos en los que se concentran aquellos servicios imprescindibles en cualquier gran ciudad; supermercados, comercios especializados, entidades bancarias, correos, clubs sociales, centro de salud, cines, Casa de Cultura...
La zona de la Playa del Albir está situada a dos kilómetros del casco urbano, pegada a Sierra Helada. Su playa pasa por ser una de las más limpias de la Comunidad valenciana. La obtención de la bandera azul un hecho habitual cada año y la limpieza de sus aguas resulta envidiable hasta para las más cualificadas de la zona. Es una playa de cantos rodados que cuenta con todo tipo de servicios y concentra gran parte de la oferta de ocio de la localidad. Cerca del faro hay una playa nudista libre. El Paseo Marítimo se llama también de las Estrellas porque está tachonado con el nombre de los actores famosos que han pasado por l´ Alfàs con motivo del Festival de Cine que cada año se celebra en el mes de julio.
La Playa del Albir reúne a visitantes de todas las nacionalidades y la zona está jalonada de urbanizaciones, apartamentos y la playa. La construcción, en breve, de dos hoteles, vendrá a paliar en buena parte el déficit de plazas que hay en el municipio, debido a la gran demanda nacional y extranjera. Un déficit que se ha calculado en unas mil plazas y que con esos dos establecimientos y otros dos más proyectados, quedará en el olvido.
El espacio y sus gentes Existen plantaciones de árboles frutales, naranjos, nísperos, en armoniosa alternancia con olivos, y amplias zonas de pinar especialmente en las laderas de Sierra Helada, un macizo montañoso que alcanza los 438 mts. de altitud. siendo esta de 88 m. en el casco urbano y de 0 en la playa del Albir, que ocupa la zona litoral.
Pueden distinguirse en el municipio tres espacios claramente diferenciados: el caso urbano con el Ayuntamiento y la Iglesia parroquial junto a la que se encuentra al pino que da nombre al pueblo, asentado en la ladera que asciende progresivamente hacia la sierras circundantes; la zona litoral, en suave declive desde la nacional 332 hasta la playa; y Sierra Helada, con sus estribaciones, un medio geológico lleno de singularidades en su flora y fauna.
Por todos esos espacios se reparten urbanizaciones de muy diversa configuración, pero que en su conjunto están protegidas por un plan urbanístico exigente y por medidas de defensa medioambiental muy severas.
Economía y recursos L´ Alfàs ha sido un pueblo dedicado a la agricultura con una que pondera así el geógrafo Cavanilles, en el siglo XVII: "Como la aplicación de los naturales compite con la fertilidad del suelo, sacan preciosos frutos: trigo, cebada, maíz, judía y demás legumbres, pasas,, algarrobas, almendrón, higos y aceite. Sacan también lana, seda y vino. Aquí se observan frutales de todas las especies, casi hasta la orilla del mar, mediando apenas seis varan entre las olas y las huertas... porque el mar y los vientos, lejos de incomodarles, parece que los vivifican".
Esas excelentes condiciones no sirvieron a L´Alfàs y su comarca para participar en el desarrollo industrial siglo XIX, y su población descendió a mediados del siglo XX por debajo del millar de habitantes. Pero si han servido, a partir de los años setenta, para que grupos de turistas más selectivos aspirasen a fijar su residencia en un lugar que a la belleza paisajística une su proverbial salubridad y que ha tomado las medias oportunas para configurar un habitat de calidad. Ya desde 1991 L´Alfàs figura a la cabeza de los municipios alicantinos en calidad de vida y es también el que tiene una mayor renta per cápita de la provincia.
Historia y demografía Existe un yacimiento arqueológico junto a la playa del Albir que atestigua la presencia de colonos romanos durante los siglos II a IV de nuestra Era. Compartían el espacio con una población que, asentada allí desde el Neolítico, había experimentado a partir del siglo V antes de Cristo la presencia de grupos de iberos que dejaron importantes vestigios y toponimia en la comarca.
Son muy limitados los vestigios de la dominación árabe en la zona (711 a 1258) pero uno de los factores decisivos de la configuración de L´Alfàs hay que buscarlo en los enfrentamientos que a lo largo de los siglos XVII y XVIII tuvo que padecer toda la comarca alicantina por parte de los piratas y corsarios norteafricanos.
Estas tierras estaban integradas por entonces en la baronía de Polop, que creo el caserío del actual casco urbano como un abrigo donde pudieran refugiarse agricultores y pastores ante el aviso de barcos enemigos. Estaba casi camuflado en el paisaje, a media ladera, lejos de las dos rutas habituales de penetración de las racias berberiscas: el cauce del Algar hasta Callosa, o el camino de Benidorm hasta Polop, que hoy ocupa la carretera de Pego. Su primera denominación fue por eso L´Alfàs de Polop.
Los diversos pueblos que dependían de la baronía: Benidorm, La Nucía, Chirles, fueron independizándose de Polop. L´ Alfás que mantenía estrechos contactos familiares con el vecino pueblo, prolongó esta situación hasta 1836, aunque ya antes, en 1786, los mozos que abogaban por la independencia municipal plantaron un pino, pi en valenciano, en la plaza como ceremonia para rebautizar el pueblo que dejó de ser L´ Alfàs de Polop para convertirse en L´ Alfàs del Pi. Este nombre se usa también castellanizado a medias: Alfaz del Pi, en vez de Alfaz del Pino. El actual pino proviene de un esqueje del inicial.
Que visitar en L' Alfas del Pi:
- Casa del Médico/Casa del Metge/El Metge
- Polop de la Marina
- La Marina Baixa
- La Nucia
- La Mina/La Cala
- Polop
- Cala del Amerador
- El Albir