El núcleo es de origen romano, y perteneció, después de la reconquista, a la Orden de Alcántara, teniendo bajo su dependencia como aldeas a Quintana y a La Guarda. Integrado asimismo en la Real Dehesa de la Serena.
En los alrededores de la población se han encontrado algunos restos romanos, como la lápida que, de acuerdo con la tradición, ocultaba la imagen de la patrona de la localidad, Nuestra Señora de Piedra-Escrita, que se custodia en el santuario del mismo nombre.