Casas rurales en Chandreja de Queija, Ourense
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Que ver en Chandreja de Queija
El municipio de Chandrexa de Queixa está enclavado en el cuadrante suroriental de Galicia, en el centro del Macizo central ourensano, limitando con los Ayuntamientos de Río, Pobra de Trives, Manzaneda, Vilariño de Conso, Laza, Montederramo y Castro Calderas.
Por su situación y especial orografía puede considerarse como de montaña y para acreditarlo basta decir que la capital del ayuntamiento, Celeiros, se encuentra a 1000 mts. de altitud y a menos de 6 km de él se eleva la cumbre de Cabeza de Manzaneda, única estación de montaña en Galicia, con 1782 metros.
Climáticamente está encuadrado dentro de la unidad mediterraneo-marítimo-fresco caracterizado por una temperatura media anual baja, nunca superior a los 10º C, que oscila considerablemente (25ºC), lo que supone inviernos muy fríos y veranos calurosos. Las precipitaciones no pasan de 1100 mm por año sufriendo una moderada sequía durante el verano. Estas condiciones unidas a la dificultad de encontrar suelo agrícola el que hay es muy pendiente y de la poca profundidad, y la fácil escorrentía del agua configuran un ambiente duro para el trabajo, lo que explica la baja densidad de población.
Todas las precipitaciones, sean de lluvia o nieve, se conducen a través de innumerables arroyos hasta el río Navea, titular de la cuenca que abarca la práctica totalidad de las tierras de Queiza, que desde sus fuentes, a 1700 metros de altitud va recogiendo las aguas de los molinos de Sta. Cruz, de las praderías de Forcadas, y después de alimentar la fraga de Casteligo da un brinco para sumergirse en el Bibei, no sin antes pasearse bajo el arco romano de Ponte Navea.
El agua y la geología han hallado aquí dos tipos paisajísticos bien diferentes. la mitad norte es de suaves y ondulados relieves que descienden por todas partes a reunirse con el Navea. Por el contrario, la mitad sur, donde están las cabeceras de los ríos es alta y escarpada, de la deras cinceladas por el hielo de la última glaciación y posteriormente modeladas por incontables torrentes, guarda entre sus barrancos las pequeñas joyas de nuestra historia florística, además de servir de refugio a las crecientes poblaciones de la fauna más diversa.
Todas las condiciones geológicas, biológicas y climáticas hacen de esta región un área de extraordinario interés, como se ha demostrado a lo largo de estos últimos años, desde que se vio la necesidad de recuperar aquellas zonas que albergan todavía muchas de nuestras señas de identidad.
Y así se el reconocen ya en el año 1977, cuando un grupo de investigadores desde la Universidad de Santiago informan a la Dirección General de Ordenación del Territorio sobre la necesidad de arbitrar medidas de actuación.
Desde entonces otras personas e instituciones han continuado llamando la atención acerca de la importancia de su conservación y hoy figura como Espacio Natural dentro de las Normas complementarias y subsidiarias de planeamiento de la provincia de Ourense.
Aquí se puede encontrar los elementos claros de los bosques Eurosiberianos y también los caracteres propios del área Mediterránea, dada su pivilegiada posición, al estar la zona colocada en la intersección de ambas regiones biogeográficas.
Es la tierra de los bosques del roble negro o "rebolo", de los abedules, de espesos acebrales, avellanos, serbales, alisedas, arces y un sinfín de herbáceas que completan su colección florística.
No menos importante es su catálogo faunístico. La Salamandra rabilarga, el Tritón ibérico o las diferentes especies de ranas son algunos de nuestros anfibios. Tampoco faltan reptiles como el Lución, el Lagarto Ocelado, las culebras y la Víbora, esta última no muy frecuente pero tampoco extraña. de aves las propias del bosque mediomontano y de mamíferos desde las musarañas hasta los carnívoros como el Jabalí o el esquivo Corzo, sin contar los invertebrados que harían la lista interminable.
Pero ante todo es la tierra de los paisajes cambiantes, de los espacios abiertos, de las escarpadas paredes, de los encajados valles, de las fragas y del agua.
Chandrexa albergó una notable riqueza botánica arbolada y arbustiva: la "xistra", el "cancireixo", el "fodriqueiro" y, specialmente, la "xenciana", representada en el escudo municipal. En su historia, casi inexplorada, restos magalíticos, castreños y romanos se entretejen con la tradición y la leyenda, al igual que lo eremitorios de la Edad Media, época en que perteneció a los Condes de Lemos y al Conde de Ribadavia. Ya en el siglo XX, los paisanos lucharon en las milicias comarcales contra el invasor francés.
El devenir del tiempo nos ha ido regalando numerosos restos de diferentes culturas, que con el paso de los años se convierten en monumentos.
Relativamente variada, pero de buena calidad, es la gastronomía. Gozan de fama los corderos y cabritos de la Sierra de Queixa, los chorizos y los jamones. No faltan los preparados de castañas, antes componente fundamental de la dieta alimenticia, muy abundantes en el término.
Sobre su cultura son destacables algunas cosas. de los romanos, con su Vía XVIII y sus fasciantes obras de ingeniería, quedan puentes (Cavalar, Navea y Bibey) que con la llegada del Medievo y la Edad Moderna fueron reformados. También el románico, (siglos XII yXIII), nos dejó su huella en varias construcciones religiosas como la de Sobrado de Trives. del Barroco quedan varios pazos e iglesias.
Los accesos a Chandrexa constituyen rutas turísticas de agreste belleza, con pintorescos pueblos de piedra y de pizarra. Desde Montederramo, poco antes de llegar a O Candedo, se disfruta de una panorámica sobre el embalse y la sierra de Chandrexa, donde el Macizo de Manzaneda y los Montes do Invernadeiro son espacios naturales protegidos. Desde Castro Caldelas la ruta ofrece también cautivadoras estampas, la igual que desde A Pobra de Trives. El río Navea es otro espacio natural protegido y forma el embalse de Chandrexa, de interés paisajístico, ecológico y recreativo.
- Entre los monumentos destacados se encuentran: Forcadas: Es un horno comunal que se encuentra en Chandrexa de Queixa. Casal de Drados:S. XVIII hoy destinado a turismo rural. Centro de Interpretación de Identidade Galega, Celeiros.
- Entre los pueblos pintorescos de esta zona cabe destacar: Taboazas, Forcadas y Requeixo.
- Vistas pintorescas y miradores: Subida al Centro Remisor da T. V. G. Alto de Drados. Alto de Fitoiro. Alto de San Fiz.
- Areas de recreo: Area recreativa de Santa Cruz y Rabal con piscina fluvial.
Que visitar en Chandrexa de Queixa:
- Requeixo
- Ribeira Sacra
- A Teixeira
- Castro Caldelas
- Montederramo
- Terra de Trives