Casas rurales en Villamanrique de la Condesa, Sevilla
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Que ver en Villamanrique de la Condesa
El término municipal de Villamanrique de la Condesa está ubicado en el límite sudoeste de la provincia de Sevilla. Limita al norte con el término municipal de Pilas, en la parte oriental con el término de Aznalcázar y la parte occidental es fronteriza con la provincia de Huelva a través del término municipal de Hinojos. Ocupa una extensión de 57,43 km² de superficie municipal.
Geográficamente su término cuenta con 8982 hectáreas, repartidas en tierras de regadíos, de secano, montes maderables, montes leñosos, pastizales y superficies improductivas, dando lugar a un paisaje de olivos, viñedos, cereales y frutales.
Su enclave, a caballo entre el Aljarafe y la Marisma, y las características de su emplazamiento indican la antigüedad y la dilatada historia de esta población. Se llama así el pueblo desde 1916, en memoria de su gran benefactora la Infanta de España, S A R Doña María Isabel Francisca de Asís Orleáns y Borbón, Condesa de París, que moriría en el Palacio de Villamanrique el 23 de Abril de 1919. Fue esta augusta Señora bisabuela materna del actual Rey de España Juan Carlos I.
Históricamente fue considerada siempre frontera natural de las marismas del Guadalquivir, puerta principal de los cotos de Lomo de Gr
- o y Doñana y antesala del Rocío. Primitivamente se llamó Mures y con esa terminología perduró durante las diversas épocas históricas: tartésica, fenicia, ibero-turdetana, romana y árabe. de todas estas culturas quedan importantes vestigios arquitectónicos en las tierras manriqueñas. Mures se encuentra hoy más próxima a la cultura tartésica y parece estar relacionada con la palabra "murena". Junto a la antigua desembocadura del Maenoba (Guadiamar) se señala una cota geográfica, para algunos el Fani-Prominens, conocida por Regatero, quizás remembrana lingüística del nombre del rey tartesio, Therón o Geryón.
- Pilas
- Iglesia Parroquial de Sta. María Magdalena
- Doñana
- Aznalcazar
- Aljarafe
- Hinojos
Del siglo VI a C, se descubrió en 1978 en esta villa la única inscripción en piedra hasta ahora conservada: la Estela tartésica de Villamanrique. El hallazgo de la Estela Tartésica de Villamanrique, ocurrió el 22 de marzo de 1978 y se conserva en el Museo Arqueológico de Sevilla. Sus características morfológicas son las siguientes: es un fragmento de piedra arenisca bermeja y compacta de 0,69 x 0,60 x 0,28 metros; en uno de sus ángulos posee una inscripción tartésica que discurre entre dos líneas paralelas, que forman un semicírculo imperfecto, cuya lectura es de forma sinextrosa, es decir de derecha a izquierda. Representa uno de los testimonios de la más primitiva lengua indígena hispana conocida. El uso de la escritura supone un importante grado de cultura, por lo que nos atrevemos a afirmar que Andalucía entra en la historia a través de la Estela de Villamanrique. La escritura tartésica hallada en la Estela de Villamanrique confirma que ésta fue el origen de la Ibérica.
Siguiendo el ciclo histórico señalado, en la época fenicia, Mures fue un poblado con factoría dedicada a la extracción de la tintura púrpura. de ello quedan abundantes cerros de fósiles marinos, enormes concheros y gran cantidad de cerámica industrial. Bajo este poblado existió otro del III milenio a, C. En el Museo Arqueológico Provincial de Sevilla se conserva una punta de flecha entre el 4000 y 1500 a, C. Procedente de dicho lugar existen abundantes restos del período calcolítico y del bronce inicial.
Durante la dominación árabe el territorio de Villamanrique estuvo muy poblado, contando con sitios como Al-Hamit y Xohapat Hoçen y barrios en la propia Mures como los de Harat-Algema y Beni-Moslema. Fue conquistada por Alfonso X el Sabio, que el 10 de junio de 1253 otorgó posesiones al Maestre de la Orden de Santiago, Pelay Correa. En 1253 fueron heredados también en Mures veinte monteros reales de Alfonso X, que se agruparon en un sector de la población, por ellos llamado "Barrio de los Monteros".
Con la llegada de los Guzmanes la villa cobra gran importancia. Felipe II creó el marquesado de Villamanrique para Don Álvaro Manrique de Zúñiga y doña Blanca Enríquez, quienes construyeron en la villa un palacio, adquirido más tarde por los duques de Montpensier y reconstruido en el siglo XIX. Por el Real Decreto de 1916, la villa adoptará su nombre actual en honor de doña Isabel Francisca de Orleans y Borbón, condesa de París.
Económicamente el pueblo de Villamanrique carece de grandes industrias es principalmente agrícola y vive por tanto, mayormente de los productos del campo. Los cultivos predominantes se centran en los olivares, cereales y productos hortofrutícolas como patatas, sandia y melón, espárragos y fresas entre otros. de gran importancia también es la cría de reses bravas, estando asentadas en su término, las famosas ganaderías bravas de Partido de Resina (antes de Pablo Romero, en la finca del mismo nombre), Algarra, Campos, Herederos de Don Salvador Noguera y la de Don Borja Domeq, con la ganadería de Jandilla.
Destacar de su artesanía, los mantones de Villamanrique, su gran tradición es la que, a duras penas pervive, del artesanal bordado de "mantones de Manila" en seda elaborados a mano pasamos a otra labor artesanal más moderna, es la del repujado del cuero, que está empezando a surgir con fuerza.
Su casco urbano esta formado por casas de una o dos plantas, la cubierta tradicional es de tejas curvas y a dos aguas, una hacia la calle y otra hacia la espalda de las viviendas que se prolongan en un patio o corral. Los muros de las mismas se hallan encalados por dentro y por fuera y cuando se contempla el conjunto del pueblo desde una cierta distancia o altura, se puede observar el hermoso contraste del color oscuro, terroso, de las tejas y el blanco impecable de las fachadas.
Tiene un centro urbano recoleto y distinguido, con su viejo y bello Palacio, cuenta con varias plazas, destacando la del convento, de trazado cuadrangular y ajardinada y la de San Roque, con una antigua fuente, hoy muy bien conservada, y donde acudían sus habitantes por agua para las casas hasta hace relativamente poco tiempo.
Destacar que en Villamanrique hay mucha tradición en la celebración de la romería del Rocío; la de Villamanrique es la más primitiva hermandad de cuantas peregrinan hasta la aldea almonteña. Ofreciendo, en la semana de peregrinación, cuando el pueblo entero recibe en la puerta de su Iglesia parroquial, diariamente y desde horas tempranas hasta el anochecer, a innumerables hermandades, camino de la aldea de El Rocío.
Que visitar en Villamanrique de la Condesa: