La casa es encantadora, con atención en cada detalle y una decoración exquisita. La ubicación es perfecta para quienes buscan tranquilidad y al mismo tiempo estar cerca de Gijón, Avilés, Luanco y Candás. La habitación cuenta con wifi gratuito, camas muy cómodas y almohadas viscoelásticas. El desayuno es variado, con productos de calidad y locales. Todo casero y delicioso. Sin embargo, lo más destacado de nuestra experiencia fue la hospitalidad de Ángeles, Begoña y Sara, quienes nos trataron con gran cuidado y atención. Nos hicieron sentir mejor que en casa. Se nota que disfrutan haciendo felices a sus huéspedes. Definitivamente es una casona 100% recomendable y a la que regresaremos.