Hemos pasado una semana estupenda con nuestras hijas. Pasear por los interminables senderos en la montaña, disfrutar del paisaje y las estrellas, relajarse en la piscina o cenar en la zona de la barbacoa. Desde luego no se puede estar mas a gusto y tranquilo. Los vecinos Carmen y Carlos son encantadores y el propietario también ha sido de lo mas atento. La zona de la piscina es espectacular, agua cristalina y sin cloro (usan un sistema de depuración salina que da la impresión que te estas bañando en una laguna natural). Todo fenomenal.