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Que ver en Ames
El ayuntamiento de Ames tiene forma estrecha y alargada en la dirección norte-sur y se extiende al sur del Tambre, ocupando la parte superior del valle de A Maía. Su límite occidental es el municipio de Santiago de Compostela. La superficie del ayuntamiento es de 80,9 km², cuenta con unos 13290 habitantes y una densidad de 162 habitantes por kilómetro cuadrado, algo más que la media provincial.
Geográficamente la superficie es ligeramente ondulada, sin grandes desniveles y con abundante vegetación. Las mayores alturas se hallan hacia el norte, donde se alcanzan los 383 metros en el monte Pedrouzos y los 337 en el Agrón, próximo al municipio de Negreira. El principal río, además del Tambre, que le sirve de límite por el norte, es el Sar y sus afluentes, el Roxos, que se une a él al entrar en tierras de Ames, y el Pasos, que baja desde la parroquia que da nombre al ayuntamiento y se junta al Sar cerca de la capital del municipio.
Sus características climáticas son las propias de la Tierra de Santiago, con abundantes precipitaciones durante los meses de octubre a mayo, pero con una notable disminución de las mismas durante el verano. El número de días despejados durante la estación estival es superior a los de cualquier otra estación atlántica, después de Vigo y Pontevedra. En lo que se refiere a las temperaturas, se sitúan en una zona de transición. La media anual anda cerca de los 12º C y las máximas, durante los meses de julio y agosto, pueden superar fácilmente los 30º C. Durante el invierno las máximas oscilan entre los 15 y los 20 grados y es muy raro el día en que el termómetro baja de cero.
Al dejar los términos de Santiago, camino de Noia, por la carretera comarcal 543, poco después de atravesar el río Roxos, y sin que apenas se note transición en el variado y agradable paisaje, entramos en el ayuntamiento de Ames. Algo más adelante, a tan sólo 10 kilómetros de Compostela, atravesamos la capital municipal, Bertamiráns, de donde sale hacia el norte un ramal camino de Negreira que llegará hasta Santa Comba y Muxía, en la Costa da Morte.
También desde Bertamiráns, después de meterse un poco por la carretera de Negreira, sale otra de recorrido muy pintoresco hacia el valle del Dubra, que atraviesa en sentido longitudinal y ascendente, para terminar en Carballo. Hacia el sur salen varias carreteras que se pierden por las diversas parroquias y aldeas de la acogedora vega de A Maía. Algunas van a empalmar con la N-550 en su tramo de Santiago a Padrón. Esa carretera N-550, de la Coruña a Vigo y Tui, atraviesa curiosamente una localidad del municipio de Ames en una forzada prolongación hacia el sureste. Se trata del lugar de Milladoiro, a la salida de Santiago hacia Padrón.
Económicamente las principales dedicaciones de la población son la agrícola y la ganadera, con las industrias derivadas de ellas y las explotaciones madereras. Hay también canteras de granito y algunas industrias menores.
Por su historia conocemos que el municipio de Ames lleva el nombre de una de sus parroquias y está claramente relacionado con A Maía, comarca natural habitada por la tribu celta de los Amaeos. Más tarde aparece el nombre de Amaea como territorio y jurisdicción, que en el siglo XII tenía categoría de arciprestazgo dependiente de la sede compostelana. Pertenecían a ella las parroquias de Ames y Covas, del ayuntamiento de Ames, y algunos territorios del limítrofe de Brión. La historia de A Maía está ligada al condado de Altamira, que ostentaba la poderosa familia Lope de Moscoso, una de las que llevaron las riendas de la política gallega medieval. Sus discusiones con la mitra compostelana sobre el dominio de la comarca fueron interminables hasta que se dirimieron en 1554 en favor del arzobispo, ante cuyo palacio se vio obligado a presentar el de Altamira, en señal de acatamiento, una jaca de dos cuerpos ensillada y entrenada, por valor de 700 reales.
El principal interés turístico de Ames es el de sus paisajes, que se puede contemplar atravesándolos despacio, parándose sencillamente para recrear y descansar la vista en la matizada suavidad de sus colores y sus formas. Como en la mayoría de los ayuntamientos gallegos, son varios, a veces muchos, los pazos o restos de pazos que encontramos en la campiña. Los de Ames sufrieron la suerte de la mayoría. Enajenados, descuidados o parcelados, perdieron su carácter "pacego" e incluso en algunos casos desaparecieron.
Para los amantes de la pesca, encontrarán un entorno ideal para practicar la pesca gracias a sus ríos trucheros, que lo atraviesan en todas direcciones, sin olvidarnos del Tambre. También el entorno es propicio para los amantes a la caza por sus tierras más meridionales, podrán practicar la caza del conejo o de la perdiz.
Que visitar en Ames:
- Santiago
- Costoya
- Biduido
- Brion