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Que ver en Alcoy
Su territorio está atravesado por varios cursos menores (Polop, Barxell y Molinar), que al unirse a las afueras del casco urbano forman el río Serpis o riu d´Alcoi, que tras un recorrido sinuoso desemboca en el Mediterráneo por Gandía.
El clima presenta unas características típicamente mediterráneas, con inviernos fríos (7,5ºC de media en enero y frecuentes heladas), en los que son habituales las precipitaciones de nieve, y los veranos registran una media de 23,5ºC. La pluviometría alcanzan valores variables, entre 350 y 850 mm.
La vegetación han conservado importantes restos del bosque autóctono mediterráneo, principalmente en el Carrascal de la Font Roja (Parque Natural), con ejemplares de encina, tejos y especies caducifolias. En otras masas forestales de repoblación predominan los pinares, que suponen el 85% de los bosques.
Las comunicaciones han estado condicionadas desde siempre por una topografía accidentada, lo que ha obligado a la construcción de grandes obras públicas. La carretera N-340 (Barcelona-Cádiz), comunica la ciudad con Alicante por el Sur y con Xàtiva-Valencia por el Norte, con enlaces a la N-III. La comarcal 3113, Bañeres de Mariola-Callosa d´En Sarrià, la comunica con Bocairent y Ontinyent, al Oeste, y con Benidorm y la autopista del Mediterráneo al Este. La red viaria se complementa con el ferrocarril Alcoy-Xàtiva-Valencia. La industria es la actividad económica más característica de la ciudad y la base de su economía, principalmente los sectores textil, metal y alimentación, además de los servicios, que en la actualidad se ubican en los polígonos industriales de Cotes Baixes, la Beniata y Sant Benet.
El poblamiento prehistórico en el territorio alcoyano ha sido documentado por la Arqueología desde el Paleolítico medio (40000 años), en el yacimiento de el Salt y la partida de Polop.
En las proximidades de la Sarga existen unos abrigos con pinturas rupestres prehistóricas, actualmente vallados mediante una cerca metálica, en los que se observan escenas de caza, recolección, además de motivos figurativos y esquemáticos, que completan la secuencia pictórica postpaleolítica del Mediterráneo peninsular (V-III milenio a C). Otros restos de Epoca neolítica y de la Edad de los Metales, constatados en la Falguera, les Llometes, la Cova de la Pastora, el Mas de Menente, la Mola Alta, etc., atestiguan la ocupación prehistórica del término municipal.
El poblamiento durante la Epoca ibérica (s. IV-III a C), asentado en la Serreta (Monumento Nacional) y el Puig, constituye una singular muestra del urbanismo ibérico, así como un importante patrimonio arqueológico.
La presencia de restos de la Romanización, aunque escasos, fueron hallados en la necrópolis de l´Horta Major, en la partida de Polop y en pequeños poblados de altura.
En la época islámica el territorio es ocupado y valorizado mediante una serie de pequeños poblados denominados alquerías, cuyos topónimos persisten en la actualidad (Uixola, Benissaidó, Polop, Barxell, etc.), los cuales dependían - entre los siglos X y XIII - de la fortificación situada en el Castellar Toda esta configuración del término fue absolutamente transformada después de la conquista cristiana. Algunos musulmanes sometidos (mudéjares) habitaron en las alquerías de Xirillent y Barxell, cuyo señor aragonés construyó un pequeño castillo poco después de la conquista.
El afán de colonizar y asegurar la frontera meridional del reino de Valencia, tras la conquista cristiana llevada a efecto por Jaime I, originaría el nacimiento de un núcleo de población asentado entre dos barrancos (Molinar y Riquer), que constituyeron las defensas naturales de la villa. A partir del año 1256, fecha fundacional de Alcoy, la villa -de nueva planta- fue creciendo tras su recinto amurallado, y en los inicios del siglo XIV conoció su primer ensanche denominado Raval o Pobla Nova de Sant Jordi.
En el año 1276, diversos avatares históricos -relacionados con las sublevaciones de los musulmanes que habitaban los valles circundantes- dieron origen el patronazgo de San Jorge, al que la tradición atribuye su célica intervención en defensa de los nuevos pobladores, con ocasión del ataque que sufrieron, y en cuya batalla murió el caudillo Al-Azraq. En 1291 el rey Jaume II hizo donación de la villa al almirante Roger de Llúria, no volviendo la villa al poder de los reyes hasta 1430. En este año, a consecuencia de la sublevación del entonces señor de Alcoy, Federico de Aragón, Conde de Luna, la villa pasó a poder real, desde 1447 el rey Alfons el Magnànim le confirmó el privilegio de tener representación en las Cortes valencianas.
Desde los primeros años del siglo XVI se desarrolló la preexistente manufactura lanera, hecho que atrajo a gentes de los alrededores a instalarse en Alcoy. Los alcoyanos participaron en el movimiento popular agermanado (1520-1521), y en esta época se observo un importante auge económico y demográfico, que perduraría a lo largo de la centuria siguiente.
Durante la Guerra de Sucesión (1705-1707) los alcoyanos defendieron la causa del archiduque Carlos, por lo cual la villa estuvo sitiada y padeció ataques, la abolición de los privilegios locales, multas, etc. que menguaron su población y riqueza. Años más tarde el propio rey Felipe V le concedió la supresión de los gravámenes y concedió privilegios a la Real Fábrica de Paños.
La recuperación económica experimentada durante la segunda mitad del siglo XVIII, motivó que Alcoy se convirtiera en el primer núcleo industrial valenciano, que por estas fechas incorporaba a sus actividades la industria papelera. Todo ello originaría un ascenso demográfico, así como los inicios de la implantación de un sistema de producción capitalista.
Con motivo de la guerra del francés (1808-1814), Alcoy fue invadida nuevamente, contribuyendo con donativos y milicias. Hacia el año 1830 la industria metalúrgica se incorpora como nueva actividad económica. Tras una época de liberalismo, después de la muerte de Fernando VII, Alcoy se decantó por el partido isabelino y organizó partidas contra los carlistas.
Las industrias, asentadas tradicionalmente junto a los cauces del Molinar y el Riquer, se mecanizaron y suplieron una considerable mano de obra, hecho que motivó la aparición de los denominados movimientos ludistas (1821-1844), que causaron la destrucción de la maquinaria como reivindicación de la clase obrera.
En 1844 la villa recibió el título de Leal Ciudad, mediante real cédula otorgada por la reina Isabel II, en compensación por su apoyo al gobierno moderado, frente a la sublevación progresista encabezada por Pantaleón Boné. Este hecho no libró a los alcoyanos del asalto de tropas gubernamentales cuando la ciudad dió soporte a la sublevación de 1863.
Durante la Primera República Alcoy se sitúo a la cabeza de los conflictos sociales, debido al malestar de la clase obrera, que se organizó y fue pionera en crear la sede española de la Pirmera Internacional de los Trabajadores (AIT). En julio de 1873 se desencadenaron sangrientas jornadas conocidad con el nombre de Revolución del Petroleo, en las que acontecieron revueltas obreras de signo anarquista que pretendían obtener mejoras salariales y reducción de la jornada laboral.
La clase burguesa alcoyana del siglo XIX y principios del XX se construyó casas y residencias, algunas de relevante interés (arquitecturas modernistas, a imitación de Cataluña), además de edificios fabriles de gran belleza, que hoy constituyen un rico patrimonio industrial.
Durante la Guerra Civil las industrias fueron socializadas y derivaron en colectividades dedicadas a la fabricación de armas y otros suministros para la guerra.
Desde los años cincuenta la ciudad atrajo una importante inmigración y se desarrolló un acelerado crecimiento urbano, a la vez que se consolido la industria alimentaria (dulces, licores, aceitunas rellenas, etc.) y tomaba gran auge la industria textil, papelera y metalúrgica.
Que visitar en Alcoy:
- Sierra de Mariola
- Planes de la Baronia
- L'alcoia
- Cocentaina
- Benilloba
- Carrascal de la Font Roja