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Que ver en Mérida
Situada a orillas del río Guadiana, Mérida fue fundada en el año 25 a. C. por Publio Carisio y fue denominada entonces Emerita Augusta. Hoy es la capital autonómica de Extremadura e importante núcleo de servicios, que cuenta con un conjunto arqueológico y monumental declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Mérida se cercó de murallas que magnificaban su papel como ciudad preponderante y se puede seguir su traza en casi toda la margen derecha del Guadiana o a Levante en torno al núcleo que conforman teatro, anfiteatro y Museo Nacional de Arte Romano.
Y a pesar del silencio que sobre ellos pesa, los edificios para espectáculos de la Augusta Emerita rezuman aún el b
- icio y griterío de un pueblo ansioso por divertirse. El Teatro y el vecino Anfiteatro sacados a la luz tras campañas arqueológicas iniciadas al alborear este siglo, han sido objeto de restauraciones y consolidaciones casi permanentes. Especialmente el Teatro constituye la imagen más internacional de la villa, de la región incluso.
- Embalse de Proserpina
- Puente Romano Sobre El Río Albarregas
- Templo de Diana
- Acueducto de los Milagros
- Trujillanos
- Circo Romano
- Pórtico del Foro
- Calamonte
- Arco de Trajano
- Casa del Mitreo
- Mérida
- Teatro Romano
- Anfiteatro Romano
- Esparragalejo
- Alcazaba y Conventual
- Parque Natural Cornalvo
Fuera de las murallas sobre una vasta explanada, se halla el hipodromo romano, uno de los mayores y mejor conservados del Imperio Romano, cuyo uso hasta tiempos de Constantino testimonia el gusto de los emeritenses por las carreras de carros.
Mérida fue y es una ciudad en la que se afincan los poderes públicos municipales y regionales. Así se refleja en los dos foros que la Colonia tuvo. Uno provincial, dedicado a los asuntos de la Lusitania (al que pertenecen el Arco de Trajano así como los restos de un templo descomunal sito en la calle Holgín) y otro foro local, sobre elq ue diversas intervenciones arqueológicas en el transcurso de las décadas de los setenta y ochenta nos han aportado sendos jalones de la magnificiencia que tuvo la arquitectura monumental en Mérida al poco de rebasar la Era.
Pero, lejos de apagarse con el Impero, la llama de esta ciudad se aviva en un paisaje global de decadencia, y con la arribada de los visigodos la ciudad se plaga de templos, ermitas, cenobios y monasterios. A nuestros ojos se abre la ciudad que construyeron vicarios de las Hispanias, arzobispos y duques.
Los emires erigen aquí su primera y gran fortaleza (835 d. C.), toda ella edificada con materiales procedentes de construcciones en desuso de la vieja Colonia romana, como puede comprobarse en el singular aljibe que existe en su interior. Después los almohades rematarían este recinto con recias torres albarranas.
También fue, tras la reconquista de la villa por parte de los leoneses (1230), sede de la Orden de Santiago en esta su Provincia de San Marcos.
Su núcleo urbano se extiende a lo largo de las dos orillas del río y acoge a una población de 50000 personas. Mérida todavía disfruta de los encantos y ventajas de las ciudades pequeñas, un lugar ideal para aquellos que evitan las grandes urbes y prefieren la tranquilidad en su vida cotidiana.
Que visitar en Merida: