Casas rurales en Casteldefels, Barcelona

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Casas rurales en Casteldefels, Barcelona

Casas Rurales más populares en Casteldefels

Casa rural para 6 personas, con jardín en Casteldefels
Casa Rural 95 m²
10,0
Con vistas a la montaña, la villa Ethel en Castelldefels impresiona a los huéspedes con sus fantásticas vistas. La propiedad de 95 m² consta de una sala de estar con sofá cama para 2 personas, una cocina bien equipada, 2 dormitorios y 2 baños, por lo que puede acomodar a 6 personas. Los servicios adicionales incluyen Wi-Fi de alta velocidad (apto para videollamadas), una smart TV con servicios de streaming, aire acondicionado, un ventilador, una lavadora, así como libros y juguetes para niños. También hay una cuna y una trona disponibles. Esta propiedad cuenta con un oasis privado al aire libre, con piscina, jardín, terraza, balcón, barbacoa y ducha exterior. Hay conexiones de transporte público a poca distancia y una pista de tenis a 15 minutos a pie. Hay aparcamiento gratuito disponible en la calle y 3 plazas de aparcamiento disponibles en un garaje. Se permite un máximo de 2 mascotas. No se permite fumar ni celebrar eventos. Se proporcionan toallas de playa/piscina. No se admiten personas ajenas a la reserva. La propiedad ofrece productos hechos a manos/de cosecha propia. La propiedad cuenta con una zona de aparcamiento para motos y bicicletas. El establecimiento cuenta con directrices para ayudar a los huéspedes a separar correctamente los residuos. Se proporciona más información en el establecimiento. El establecimiento ofrece un cómodo sistema de auto check-in. Tenga en c
desde 290 € / noche
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Otros alojamientos populares

Casa rural para 9 personas, con jardín en Casteldefels
Casa Rural 299 m²
6,0
Precioso chalet independiente situado en el Barrio de Bellamar bajo en Castelldefels. Cuenta con 300m2 útiles, 3 terrazas, jardín y piscina salada privada de 7x3,5m. Se distribuye en dos plantas y una sala diáfana anexa. La casa es muy soleada y con acceso rápido desde autopista C-32, en apenas 30 metros hay 2 supermercados, panadería, farmacia cercana a pie, estación de tren y restaurantes, chiringuitos y el mar. En la planta principal encontramos: recibidor, comedor-salón de 35m2 con a.a. con mesa para 12 comensales y sofá amplio de 6-7 personas con tv de 65" con conexión a internet , cocina equipada con mesa para comer para 4-6 personas y abierta al jardín con amplia puerta corredera y ventanas abatibles que dan paso a una barra abierta a la piscina, con taburetes donde hacer el aperitivo o tomar algo y charlar mientras se cocina. a.a. en cocina y comedor. Baño con ducha y una habitación suite de 25m2 con cama doble de 1,60m x 2m, con a.a. y con escritorio, vestidor y baño con ducha con ventana exterior. La habitación suite tiene acceso a la zona exterior. En el exterior, además de la piscina salada tenemos la barbacoa de obra y fregadero y 1 pérgolas y sombrillas con 2 juegos de mesas y sillas para comer para 8-10 personas cada zona, hay una pérgola con sofá y sillones y tumbonas y mesa de ping pong y casita de juegos y tobogán para niños. Aseo con wc y ducha para el área e
desde 1040 € / noche
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Que ver en Casteldefels

Iberos y romanos iniciaron en nuestro territorio los cultivos, la ganadería, la navegación y la vida en comunidad; a pesar de ello, el pueblo de Castelldefels nace varios siglos después.

La caída del Imperio Romano repercutió de forma directa en las poblaciones costeras, que pierden población e importancia. La llegada de pueblos bárbaros,y la inestabilidad de los territorios forzaron a los habitantes de las tierras llanas a protegerse en zonas montañosas.

Con las distintas invasiones barbaras, y mas tarde musulmanas, el delta del Llobregat sufrió un fuerte abandono de población y las ciudades se ruralizaron notablemente. Entre los siglos V y IX, la zona quedo en la franja fronteriza entre el mundo árabe y la cultura franco-romana.

El termino de Castelldefels se hallaba en zona de nadie y hasta el Siglo X no hay constancia documental de población alguna. En esa época, en los albores iniciales de la formación de los condados catalanes, estas fronteras adquirieron cada vez mayor importanciay poco a poco se fueron estabilizando. Lentamente se fortificaron algunos núcleos agrícolas para dar seguridad a los territorios y a los caminos: unas veces se renovaban antiguas villas íbero-romanas y otras se construían pequeños castillos y capillas de caminantes en colinas y enclaves estratégicos.

El pueblo de Castelldefels nació, en esta época, en torno a la pequeña iglesia pre-románicade Santa María, situada en el Turó del Castell desde el Siglo X. Durante mil años ha presidido la vida comunitaria de la zona y ha presenciado las fluctuaciones económicas del pueblo y sus habitantes.

A finales del Siglo X recibió algunas donaciones condales para fundar un monasterio, pero el proyecto fracaso y la parroquia de Sta. María quedo definitivamente integrada a las posesiones del Monasterio de San Cugat.

Junto a la pequeña iglesia se fue formando una comunidad agrícola y dispersa dedicada al cultivo de la vid en "mansos" y "alodios", parcelas familiares que subsistían de forma precaria.

A medida que el territorio de definía y Barcelona ampliaba su área de influencia, Castelldefels y su entorno adquirían cierta importancia estratégica para la defensa de las costas del delta del Llobregat.

La Torre Barona, también conocida como Torre de la Guarda, domino el litoral desde los Siglos XI-XII; otras construcciones más tardías protegieron a los habitantes desde el Siglo XIV, época en que Castelldefels pasó a formar parte de la Baronía de Aranprunyà y se reforzó el castillo de la colina.

Las construcciones más relevantes del pueblo datan del Siglo XVI y pueden contemplarse todavía en las calles Arcadi Balaguer, Isaac Peral, etc.: son los torreones de base cuadrada que se edificaron junto a diversas masías para defender a sus moradores de los bandoleros rurales.

Castelldefels, definitivamente consolidado, siguió una trayectoria semejante a la de Gavá o Begues, influida por las fluctuaciones económicas de la cercana ciudad de Barcelona.

Su paisaje agrícola, sus caminos y sus colinas se han transformado hoy día en un mundo dinámico, residencial y turístico. Sus playas, antaño visitadas por naves romanas, se llenan en verano de numerosos visitantes que buscan afanosamente la belleza y el descanso.

Más de mil años de historia quedan a nuestra espalda, humildemente representados por los escasos edificios históricos que nos quedan aún: los torreones, las masías, el caserío del castillo, y la pequeña iglesia milenaria de Santa María.

Que visitar en Castelldefels:

  • Viladecans
  • Garraf
  • Castelldefels
  • Baix Llobregat
  • Gava
  • Sant Climent de Llobregat