En el extremo occidental de Barcelona, lindando ya con la provincia de Lleida, encontramos a Castellfollit de Riubregós, una pequeña localidad de tan solo 180 habitantes que ha ido viendo como su ubicación, muy al interior de Barcelona, ha sido causante del descenso de población al que se ha visto sometido en las últimas décadas.
No obstante, hay muchos lugares de interés para aquellos turistas que abandonan sus lugares de origen por unos días, para pasar unas vacaciones y unas jornadas de descanso en un pueblo tranquilo y en el que el silencio es el principal protagonista. Su origen medieval, todavía se ve patente en el castillo (actualmente en estado ruinoso) y en las cuatro torres que lo rodean.
Más allá del castillo y las torres, se pueden encontrar otros lugares de interés cultural como la Fuente de Santa María, que aunque hoy día haya perdido su función principal, nadie en el pueblo olvida que ella fue la principal sustentadora de agua potable durante el primer tercio del siglo XX.
En cuanto a los templos religiosos, especial mención la que se merece el Priorato de Santa María, consagrada en el año 1082 y que para poder ser visitada en la actualidad es necesario contactar primeramente con el Ayuntamiento. Otro templo importante es la Iglesia del Rosario y Plaza Mayor, ubicadas ambas en el casco antiguo del pueblo.