Casas rurales en Alcollarin, Cáceres

Municipio de la provincia de Cáceres perteneciente a la comarca de Logrosán. Se localiza a 39º14´32´´ de la titud norte y 5º44´25´´ de longitud oeste. La localidad de Alcollarín se encuentra situada a 82 kilómetros de la capital de la provincia. Su término municipal tiene una extensión de 80,8 kilómetros cuadrados.

El municipio se sitúa a una altitud de 310 metros sobre el nivel del mar. El relieve está labrado sobre materiales pizarrosos y graníticos, cuya descomposición da lugar a suelos franco-arcillosos y franco-arenosos, respectivamente, con poca profundidad y escasa capacidad de retención de la humedad. El término es atravesado de norte a sur por el río Alcollarín, subsidiario del Ruecas.

El clima es mediterráneo. La temperatura media anual es de 17,1º. Los inviernos son moderados, con una temperatura media de 7,8º. El verano es caluroso. El mes más cálido es julio, con una media de 27,9º. La precipitación media anual es de 575 mm., que se reparten de forma muy irregular a lo largo de todo el año. El máximo pluviométrico se registra en invierno (210 mm.) y el mínimo en verano (30 mm.) El contingente de activos es poco numeroso, de tal modo que únicamente representa el 34,5 por 100 de la población municipal. La distribución sectorial de la población activa muestra un notable desequilibrio. El sector servicios acoge a un 47,7 por 100 de la población activa. El agrario a un 28,8 por 100, la construcción a un 15,3 y la industria a sólo un 8,1 por 100 del total.

La superficie labrada representa el 44 por 100 del total y se destina en su práctica totalidad a la producción de cultivos herbáceos. El olivar sólo ocupa un 5 por 100 de las tierras de la bor. El 55 por 100 de la superficie está ocupado por pastos y terrenos arbolados que se destinan a la alimentación de la cabaña ganadera, en la que predomina el ganado ovino (5650 cabezas) y el vacuno (726).

En el centro de la población se alza la iglesia parroquial de Santa Catalina. Es un edificio que ha sufrido múltiples reformas, pero conserva algunos de sus rasgos primitivos, como la portada ojival, la torre y los arcos apuntados que dividen los distintos tramos de la nave, además de su ábside semicilíndrico cubierto con bóveda de horno (cuarto de esfera). Todos estos elementos son característicos de los últimos años del siglo XV y primeros del XVI coincidiendo con el reinado de los Reyes Católicos. Los añadidos modernos se centran en la cubierta, así como en la incorporación de dos naves laterales y otros cuerpos adosados. La torre es el elemento más notorio; está fabricada con sillería bien escuadrada y se remata con cornisa y balaustrada, ya de pleno siglo XVI.

Otra construcción interesante es el palacio de los Pizarro Carvajal, aunque se halla en estado ruinoso. Los blasones de estos linajes destacan en su fachada y parecen corresponder a los últimos años del siglo XV o primeros del XVI. A esta misma estapa corresponden los elementos más antiguos del inmueble, ya que se tiene constancia de que Cristóbal Pizarro fue el primer señor de la villa y que al menos en 1507 ya ostentaba esta titularidad. El edificio es de planta cuadrangular, con tres pisos, en cuyos muros se abren distintas ventanas adinteladas y algunas aspilleras, lo que junto a los matacanes que se encuentran en un lateral, viene a delatar el carácter defensivo de este tipo de mansiones señoriales extremeñas.

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