Cuando, en 1917, comenzaron a realizarse las primeras excavaciones en la zona de Bolonia, los investigadores encontraron los restos de una ciudad próspera, construída según los cánones clásicos de Roma, conforme a un proyecto urbanístico perfectamente planificado y racional. Con las ruínas de Baelo, la provincia de Cádiz conserva una de las mejores muestras del urbanismo romano que se conocen.