Encuentra ofertas
Que ver en Benicasim
Situada junto al Mediterráneo, se localiza Benicásim y más concretamente al norte de la ciudad de Castellón, de la que constituye su principal zona de expansión tradicional. Situada junto al mar, en el corazón de la comarca de la Plana Alta, se extiende a los pies de las montañas del Desert de les Palmes o Desierto de las Palmas y de Les Ag
- es de Santa Águeda. Su cumbre más elevada es el Bartolo, de 729 metros de altitud, que permite contemplar bellísimos paisajes, tanto del litoral como del interior.
- La Plana Alta
- Els Terrers
- Torre Sant Vicent
- Bodegas Carmelitano
- Desierto de las Palmas
- La Almadrava
- La Torre de San Vicente
- Puebla Tornesa
- La Pobla Tornesa
- Oropesa del Mar
- Sur de Benicasim
- El Desierto de las Palmas
- Las Villas/Voramar
- Grao de Castellon
Climatológicamente Benicásim goza de un clima mediterráneo, con inviernos suaves y temperaturas estivales que rondan los 25º C, esto hace que puedas visitarlo en cualquier época del año.
En la geografía de Benicásim destacan tres zonas: el casco urbano, la zona de las Villas y litoral y, el Desierto de las Palmas. La zona de las Villas aloja numerosas residencias veraniegas del siglo XIX, está dotada de una completa infraestructura turística: hoteles, restaurantes, campings, discotecas, bares y cafeterías, un centro de rehabilitación, albergue juvenil. La zona litoral se divide en cinco playas: Voramar, Almadraba, San Vicente, Els Terrers y Heliópolis, todas ellas de fina arena y suave pendiente, con numerosos servicios de vigilancia, limpieza, accesos públicos, duchas y animadores turísticos durante los meses de verano. Estas playas han recibido durante los últimos años el distintivo de Bandera Azul. El Desierto de las Palmas declarado hoy Paraje Natural, es el sector de la Serralada de les Palmes en el que los padres Carmelitas alzaron un convento para su Orden y ofrece una gran variedad de plantas aromáticas y especies arbóreas. Forma un gran anfiteatro montañoso que protege el término de Benicásim, hasta culminar en el pico del Bartolo, que por su proximidad a la costa se convierte en una inconmensurable atalaya que permite otear las tierras del interior castellonense, el amplio arco del golfo de Valencia y las islas Columbretes.
Es una ciudad bien comunicada con el resto de la península, por carretera mediante la Autopista A-7 que atraviesa, paralela a la costa, la Comunidad Valenciana y enlaza con la red europea. Las carreteras nacionales conectan el litoral con los principales núcleos urbanos del interior y el resto del país:Desde Zaragoza N-232; Desde Teruel N-234-340; Desde Madrid N-III-340; Desde Bilbao, por la carretera de Logroño hasta Zaragoza, de Zaragoza a Teruel y luego ya la N-234 ó N-340. Son varias las líneas de autobuses con servicios regulares desde muchos punto de España. Por aire mediante el aeropuerto de Manises, situado en Valencia, con vuelos nacionales e internacionales, el cual dista 80 kilómetros de Benicásim. También por ferrocarril, Benicásim comunica con las principales ciudades españolas (Madrid, Valencia, Barcelona, Bilbao) mediante estación propia. y por mar mediante el puerto de Valencia que se encuentra a 80 kilómetros, siendo posible enlazar desde allí con las Islas Baleares y Canarias.
La economía de Benicásim esta basada de manera muy importante en el sector turístico y en la vivienda de segunda y primera residencia, además de un sector servicios muy amplio y en continuo desarrollo. Benicásim ha sido una de las poblaciones pioneras en España como centro turístico. Así tenemos como en 1887 se construye la primera villa de verano. Su propietario, D. Joaquín Coloma, era el Ingeniero Jefe de las obras del ferrocarril. Este influyente personaje, hizo que importantes familias de Valencia, comenzaran a construirse sus residencias de verano en Benicásim. El gran auge que tomó Benicásim a principios de siglo, le valió posteriormente el calificativo del Biarritz de Levante. Desde la primera construcción hasta hoy, Benicásim ha sufrido una profunda transformación basada exclusivamente en el turismo, hasta el extremo de poseer una infraestructura importantísima.
Benicásim está consustancialmente unido a Jaime I. El día 29 de noviembre de 1242, Jaime I donó el Castillo de Montornés y estas tierras a su escribano D. Pedro Sanz, en compensación a los servicios prestados en la reconquista. Las Baronías de Benicásim y de Montornés fueron frecuentemente objeto de donaciones, herencias o ventas entre los nobles de la zona. Una prueba evidente la tenemos en la notable cantidad de propietarios que enseñorearon el lugar desde 1242 a 1603, en que Dña. Violante de Casalduch y deAssio, otorgó Carta de Población. Anteriormente a la reconquista, el Castillo de Montornés constituyó uno de los más importantes feudos árabes en estos territorios.
El otorgamiento de Carta Puebla tuvo como principal fin repoblar esta zona, muy castigada por los continuos ataques y saqueos de corsarios y berberiscos. Tal medida no obtuvo los resultados apetecidos, y tan sólo unos pocos pobladores se asentaron en la Baronía. En este sentido, existen claros vestigios de cuatro núcleos pequeños de población, dos de ellos buscando el refugio de las montañas, uno en las tierras fértiles, muy cerca del actual casco urbano, y finalmente un pequeño núcleo marinero, frente a la Torre de San Vicente. La decisión del Ilustre D. Francisco Pérez Bayer en 1769 de fundar una Iglesia en este lugar, constituyó el impulso definitivo a la configuración de Benicásim como pueblo. El progreso fue lento en principio, pero espectacular a partir de 1850.
Haciendo un breve recorrido indicar que la calle Santo Tomás, es la calle principal de Benicásim y la que más vida imprime al pueblo, debido a la multitud de establecimientos que alberga: cafeterías, bares, restaurantes, heladerías, perfumerías... En ella también se encuentra la Iglesia Parroquial (1769- 1776), de estilo neoclásico y dedicada a Santo Tomás de Villanueva, y frente a ella, la Fuente del Señor. En la zona del Desierto de las Palmas, se encuentra el Convento de los Carmelitas Descalzos del siglo XVII, en cuyo Museo se exhiben objetos religiosos de valor histórico, libros, reliquias y los primitivos instrumentos con que los frailes iniciaron en 1896, la elaboración del famoso Licor Carmelitano. En el espolón se alzan los restos del Castillo de Montornés que data del siglo X, y en el paseo marítimo, la antigua torre vigía de San Vicente, muy bien conservada. En la zona litoral conocida como Las Villas, destacan sus numerosas casas veraniegas y señoriales del siglo XIX, jalonadas por el Paseo Marítimo y conservadas gracias a un Plan Especial de Protección. Se conoce como Las Villas a la zona litoral en que, a finales del siglo XIX, comenzaron a construirse numerosas residencias veraniegas. La primera de ellas fue Villa Pilar, propiedad del constructor del ferrocarril, construida en 1887. A ella siguieron otras muchas, como Villa Victoria o Villa Elisa, actualmente propiedad del Ayuntamiento y sede de congresos y cursillos, fundamentalmente en verano. Otras de esas villas han sido transformadas en cafeterías o en lujosos restaurantes. En pleno centro de Benicásim, está la Plaza de los Dolores, el centro de reunión por excelencia en las noches de verano. En ella podemos encontrar diversidad de locales con la mejor música del momento.
Benicásim ofrece al visitante 6 kilómetros de playas de fina arena y suave pendiente, dotadas de numerosos servicios para el turista: vigilancia, limpieza, accesos públicos, duchas, entre otros servicios y para amenizar la estancia, durante los meses de verano cuentan con la presencia de animadores turísticos. El los últimos años han recibido el distintivo de Bandera Azul de los Mares Limpios de Europa. Voramar, Almadraba, San Vicente, Els Terrers y Heliópolis forman la zona litoral. Un paseo marítimo permitirá al visitante recorrerlas fácilmente para así poder elegir la que más le guste.
Además de disfrutar del sol y el baño, Benicásim presenta un marco perfecto para iniciarse en los deportes náuticos, ya que cuenta con una escuela de vela ligera y varias instalaciones temporales donde es posible alquilar desde una tabla de windsurf a un catamarán. Un variado programa de actos culturales, entre los que destaca el conocido Festival Independiente de Benicásim (FIB) y una excelente oferta de alojamiento, restauración y ocio completan el atractivo de este tradicional destino de vacaciones.
Que visitar en Benicasim:
Destinos de vacaciones cercanos para Casas Rurales
- Alto MaestrazgoCasas Rurales
- Massis dels PortsCasas Rurales
- Els PortsCasas Rurales
- CabanesCasas Rurales
- Cuevas de VinromáCasas Rurales
- AlcalatenCasas Rurales
- Parc Natural de la Tinença de BenifassàCasas Rurales
- Parc Natural de la Serra d'EspadàCasas Rurales
- Parc Natural de la Serra CalderonaCasas Rurales
- VillafamésCasas Rurales
- TorreblancaCasas Rurales
- Oropesa del MarCasas Rurales