Casas rurales en Lanteira, Granada

Habitación Doble. La Posada del Altozano es un complejo rural situado en la cara oculta de Sierra Nevada, en la localidad de Lanteira (Granada). Alejado de las vías convencionales de comunicación, se convierte en un sitio de reposo idóneo en el que la mano del hombre parece que aún no ha hecho mella. Un lugar insólito en la zona donde se ha tratado de recuperar el estilo pero adaptándolo a las necesidades que los viajeros tienen actualmente. Siendo los principales atractivos Sierra Nevada y el Puerto de la Ragua, existe la posibilidad de visitar Granada, situada a una hora, o a la playa, a hora y media. Construído únicamente con materiales de la zona, destaca el equilibrio entre el estilo tradicional y el cuidado en los detalles. El complejo está formado tanto por habitaciones dobles como por apartamentos pequeños o grandes, disponiendo de capacidad para 24 personas con la posibilidad de introducir camas supletorias. En los dormitorios se ha conservado el diseño de las casas de antaño, con camas sencillas y vigas de madera en los techos. Resalta su restaurante, que cuidan la intimidad de cada mesa para degustar la comida casera con un toque innovador, en un ambiente cálido al fuego de la chimenea. Y también cuenta con una sala predispuesta para reuniones y charlas.

Apto. 2 habitacines. La Posada del Altozano es un complejo rural situado en la cara oculta de Sierra Nevada, en la localidad de Lanteira (Granada). Alejado de las vías convencionales de comunicación, se convierte en un sitio de reposo idóneo en el que la mano del hombre parece que aún no ha hecho mella. Un lugar insólito en la zona donde se ha tratado de recuperar el estilo pero adaptándolo a las necesidades que los viajeros tienen actualmente. Siendo los principales atractivos Sierra Nevada y el Puerto de la Ragua, existe la posibilidad de visitar Granada, situada a una hora, o a la playa, a hora y media. Construído únicamente con materiales de la zona, destaca el equilibrio entre el estilo tradicional y el cuidado en los detalles. El complejo está formado tanto por habitaciones dobles como por apartamentos pequeños o grandes, disponiendo de capacidad para 24 personas con la posibilidad de introducir camas supletorias. En los dormitorios se ha conservado el diseño de las casas de antaño, con camas sencillas y vigas de madera en los techos. Resalta su restaurante, que cuidan la intimidad de cada mesa para degustar la comida casera con un toque innovador, en un ambiente cálido al fuego de la chimenea. Y también cuenta con una sala predispuesta para reuniones y charlas.