El lugar de Paredes fue utilizado como punto de "parada" en el camino de la meseta superior a Siguenza y la Alcarria, convergiendo en este punto varios caminos procedentes de la tierra soriana, y surgiendo, de aquí las direcciones hacia Sigüenza, Atienza y camino real. Esto le dio un crecimiento y vida notable al pueblo durante las pasadas centurias. Su origen se sitúa tras la reconquista de la zona, en que quedó incluida en el Común de Villa y Tierra de Atienza, formando el extremo o frontera oriental de dicho territorio. Quedó siempre bajo la jurisdicción de esta población, aunque ya en el siglo XVIII era Villa. Siempre estuvo bajo el directo señorío real.
Es muy interesante la iglesia parroquial, que conserva de su primitiva construcción románica, del siglo XII, nada más que la portada: consta de varias arquivoltas semicirculares con baquetones y ligera decoración vegetal, apoyadas en capiteles de decoración de palmas y columnas rehundidas. Su canon de proporciones es más elevado de lo que es habitual en el románico rural de esta zona, pero ello es debido a la reforma que en el siglo XVI se hizo de la iglesia, ampliándola en todas sus estructuras, sin darla estilo definido, y poniendo nuevos sillares en basamento de la puerta, dándola así una mayor altura. El resto del templo, así como el inte rior, es de modificación posterior, sin detalles especiales de arte.