Casas rurales en El Rocío, Huelva

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Casas rurales en El Rocío, Huelva

Que ver en El Rocío

La aldea del Rocío pertenece al término municipal de Almonte, la separan unos 11 kilómetro. También muy cerca de la aldea localizamos Doñana.

Se ha configurado a lo largo de la historia entorno a una ermita, que a finales del Siglo XIII fue erigida y consagrada a una Virgen: Nuestra Señora del Rocío, cuya devoción hoy se extiende no sólo por toda Andalucía, sino por otros lugares de España y del mundo.

Coincidiendo con Pentecostés se celebra una fiesta en honor a esta Virgen, conocida como la Romería del Rocío, a la que acuden más de un millón de personas. La estampa de las hermandades rocieras, dirigiéndose a lomos de caballos o en carretas hacia el santuario de la Reina de las Marismas, es uno de los espectáculos más genuinos de Andalucía.

Sus casas blancas se instalan alrededor de la ermita, las calles de la aldea de El Rocio son de tierra llegando al pie de la marisma donde se encuentra la Ermita de la Virgen del Rocío, su construcción es de formas típicamente populares, su blancura igualando la pureza, llenan de paz al visitante que hasta su puerta llega. En el santuario se encuentra la imagen de la Virgen del Rocío de trazo barroco.

Para el visitante es importante sentir y oir todos los sonidos y sentimientos que emanan de esta aldea, el saber oír los sonidos callados de la arena corriendo por la marisma y hasta el lejano sonar del tamboril y la flauta rociera, con las que rítmicamente Almonte venera a la Reina de las Marismas, a la Santísima Virgen del Rocío, su patrona.

Cuenta la leyenda que un hombre, apacentaba ganado o había salido a cazar, y hallándose en el término de la villa de Almonte, en el sitio llamado La Rocina, advirtió en los insistentes ladridos de los perros, que algo se ocultaba en aquel lugar, vio entre las zarzas una imagen de la Virgen de estatura natural, colocada sobre el tronco de un árbol. Su belleza era peregrina, vestía con una túnica de lino color blanco y su cara era de portentosa hermosura.

Este hallazgo, llenó al hombre de gran gozo y, queriendo hacer a todos participes de tanta dicha, sacó sobre sus hombros la soberana imagen a campo descubierto. Su intención era llegarla a la villa de Almonte a tres leguas de aquel sitio, ante tanto esfuerzo y fatiga se quedó dormido. Al despertar comprobó que la sagrada imagen no estaba y volvió al sitio donde la vio por primera vez, y allí la encontró como antes.

Fue a Almonte y relató todo lo sucedido, con la noticia salieron el clero y cabildo de esta villa y hallaron la santa imagen en el lugar y modo que el hombre les había referido.

Poseídos de la devoción y el respeto, la sacaron entre las malezas y la pusieron en la iglesia mayor de dicha villa, entre tanto se constuía el templo en el mismo lugar donde se la había encontrado. Se alzó una pequeña ermita de diez varas de la rgo, y se construyó el altar para colocar la imagen, de tal modo que el tronco en que fue hallada le sirviese de peana. Aforándose en aquel sitio con el nombre de la Virgen de las Rocinas.

Cada año las hermandades comienzan el camino partiendo desde distintos puntos. Hacer el Camino, para el rociero, es una forma de vivir el acercamiento, paso a paso, a pie, en carretas, a caballo, en todo tipo de vehículos, hacia la Virgen del Rocío. Desde Sevilla, Huelva, Cádiz, desde cualquier parte de España o del mundo, llegan rocieros, peregrinos, para hacer el Camino, que es jolgorio, fiesta, alegría, cante, baile, convivencia pero también devoción, grande e intensa, llena de pasión que culmina al llegar a la aldea y saludar a la Blanca Paloma.

Los lugares destacados en la aldea almonteña son el Paseo Marismeño, frente a la ermita, o la Plaza del Acebuchal, que recibe el nombre de los olivos silvestres. Justo antes de entrar a la aldea se encuentra el Puente del Ajolí o Puente del Rey, por donde pasan las Hermandades y en cuyos alrededores es tradicional que se concentre gran cantidad de rocieros que cantan al paso de los Simpecados.

Para entender la romería de El Rocío hay que vivirla, y una vez vivida quedas cautivado de tal manera que cada año sientes la necesidad de repetirla.

Que visitar en El Rocio:

  • Hinojos
  • Ermita de El Rocio
  • Almonte
  • Matalascañas
  • Villamanrique de la Condesa
  • Condado Litoral