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Que ver en Logroño
Logroño es una ciudad de grata estancia tanto para el vecino como para el visitante; acoge a la mitad de la población de la Rioja, Comunidad Autónoma de la que es capital. Situada al norte de España, es punto de encuentro, referencia y cruce de caminos. La senda más querida de cuantas atraviesan la ciudad es el Camino de Santiago, que ha conducido hasta nuestras tierras a esforzados caminantes de países lejanos que han enriquecido notablemente nuestro acervo cultural e idiosincrasia. El logroñés es amable, alegre y hospitalario. Disfruta con la fiesta, la gastronomía y las tradiciones.
El clima de Logroño es continental suavizado, de transición; la temperatura puede rondar en invierno los cinco grados bajo cero; mientras que en verano los termómetros superan los treinta y cinco grados.
De su historia conocemos que la ciudad fue arrasada por el Cid Campeador en el año 1092 y fue Alfonso VI el artífice de su restauración tres años más tarde, con el otorgamiento del Fuero de Logroño que contemplaba mejoras tributarias y libertades personales para sus habitantes.
A partir del siglo XI, Logroño se convierte en una ciudad fuerte y privilegiada por su situación geográfica. Afortunada tanto en el aspecto económico como cultural, por proximidad al Ebro y por la decisión del rey Sancho de Navarra de hacer pasar por Logroño el itinerario de los peregrinos hacia Compostela, la ruta de comunicación más importante de la Europa medieval. Ya por aquel entonces, el territorio riojano era un centro de influencia de primer orden gracias a sus monasterios y a figuras como San Millán de la Cogolla, Santo Domingo de la Calzada y Gonzalo de Berceo.
En los siglos XV y XVI destacan varias fechas de importancia para Logroño: el año 1431, cuando el rey Juan II de Castilla le honra con el título de ciudad y 1444, con los títulos de "Muy Noble" y "Muy Leal". En 1521, los logroñeses portagonizaron uno de los episodios más épicos y recordados de nuestra Historia: la resistencia a las tropas francesas. Poco a poco el núcleo urbano de Logroño fue creciendo, rompiendo murallas y aumentando su población. Se construyeron iglesias, edificios, plazas, paseos, comercios. La ciudad se fue consolidando como referente de la provincia.
Logroño ha sabido conservar su pasado histórico sin frenar su desarrollo hacia el futuro. Junto a un recuperado Casco Antiguo, la urbanización reciente está dotada de amplias calles, avenidas, parques y jardines. Además, es una ciudad de grandes servicios y posibilidades para el ocio y el tiempo libre.
Sus rutas turísticas son otro de los reclamos para el visitante exigente. La oferta es muy variada y desde el Casco Antiguo hasta los entornos naturales como el Parque de la Grajera, se puede disfrutar de los más variados atractivos arquitectónicos, culturales o gastronómicos; todo ello bañado en un buen "Rioja", base de la cultura riojana.
Por sus dimensiones, la ciudad invitan al paseo y al disfrute pausado de sus enclaves significativos. El Paseo de El Espolón, la concatedral de Santa María de la Redonda; el convento de la Merced, actual sede del Parlamento regional; la característica calle Portales, la iglesia de Santiago El Real, o la de Santa María de Palacio, son algunos ejemplos de interés que no se pueden dejar de visitar.
La visita al Centro y al Casco Antiguo de la ciudad supone el encanto de las calles a partir de las cuales ha ido creciendo Logroño y desde las que se articula su memoria histórica. En este paseo se subraya la importancia del río Ebro, de su parque y de la imagen de los puentes que anticipan el perfil de Logroño, salpicado por las torres de la Redonda, Santiago El Real, o la característica "aguja" de Palacio.
La ciudad ha avanzado hacia un equilibrio que le permite combinar tradición y modernidad. El recorrido resulta atractivo con edificios representativos como el Albergue de los Peregrinos, el Palacio de los Chapiteles, el Museo de la Rioja o el recuerdo de determinados episodios históricos como la resistencia de la ciudad ante el sitio de los franceses en 1521, a través de las murallas de El Revellín, cuya puerta se erige hoy en uno de los principales símbolos de la ciudad.
Tanto en el Casco Antiguo como en el Centro, el comercio es uno de los principales atractivos. El Espolón, corazón de la ciudad, la Glorieta del doctor Zubía o el propio Ayuntamiento de Logroño, son elementos significativos de la realidad urbana logroñesa.
Que visitar en Logroño:
- Murallas del Revellín
- Palacio de los Chapiteles
- Iglesia de Santiago El Real
- Villamediana de Iregua
- Iglesia de San Bartolomé
- Plaza del Mercado
- Rioja Media
- Oyón (Oion)
- Laserna
- Concatedral de Santa María de la Redonda
- Lardero
- El Ayuntamiento
- Iglesia de Sta. María de Palacio
- Ermita de San Gregorio
- Museo de la Rioja
- Plaza de Santiago