El origen de Macharaviaya, con sus calles retorcidas, angostas y pendientes, es árabe, y de ahí su nombre, que proviene de la transcripción fonética de Machar Ibn Yahya, que significa el prado o la alquería de Abu Yahya.
Pero la fundación del pueblo data de 1572. Anterior a esta fecha es la construcción de la iglesia parroquial, erigida en 1505 por el arzobispo de Sevilla, y confirmada en 1510 por el rey Fernando. Se levantó con los beneficios de la fábrica de naipes, situada también en el pueblo, de la que aún se puede contemplar el vetusto edificio, y con el caudal de la aristocracia del lugar, representada por la familia Gálvez. La iglesia se reedificó en tiempos de Carlos III, año de 1785, también a expensas de la citada familia de los Gálvez.
A principios del siglo XVIII Macharaviaya era una aglomeración urbana constituida exactamente por 57 viviendas. La filoxera, que atacó los viñedos de la comarca a finales del siglo XIX, provocó el progresivo despoblamiento de la villa.
El pasado del pueblo queda representado en los archivos por la evolución familiar de la aristocracia del lugar, los Gálvez, algunos de cuyos miembros tuvieron papeles destacados en la política de expansión española en las Indias.
Fue cuna del gran poeta Salvador Rueda, nacido el 3 de diciembre de 1857, cuya partida de nacimiento aún se conserva.