Casas rurales en Olite, Navarra

En el centro geográfico de Navarra, entre la montaña y la Ribera, se llega a Olite por la carretera Nacional 121 de Pamplona a Zaragoza, al alcanzar un pequeño cerro a 388 metros de altitud sobre el nivel del mar. Su rasgo más característico son las amplias terrazas escalonadas que se riegan con las aguas del Cidacos, ya que su relieve es una sucesión gradual de cuestas y laderas, en la que sólo destaca el Barranco de Valdecuera, que forma un valle hacia el Cidacos y la Sierra de Ujué, al fondo. Sobre el conjunto urbano resalta vivamente la imagen de su Castillo Palacio que define todo su marco arquitectónico.

Como capital de una de las cinco merindades históricas del Reino de Navarra, Olite ofrece una gran riqueza cultural y artística que proviene de su época como sede de la Corte Real de Navarra. Fue sede de algunas de las sesiones de las Cortes del Reino y residencia de los reyes navarros, quienes reformaron en el S. XV la fortaleza erigida en el XIII. Sin embargo, su origen se remonta a fechas muy anteriores, como atestiguan los restos arqueológicos y de villas de la época imperial romana. Sobre aquel primer asiento amurallado, se asentó luego la villa medieval. Según Las referencias que nos han llegado a través de San Isidoro de Sevilla, la ciudad fue fundada por el rey godo Suintila hacia el 621. Aún es posible admirar parte de las viejas murallas cercando el conjunto de empinadas callejuelas.

En 1406, Carlos III El Noble promovió, sobre una primitiva villa romana la construcción del Palacio Real de Navarra en Olite. Este laberíntico castillo, con sus hermosas y cuidadas almenas y torres es en la actualidad, en parte, Parador de Turismo. Pero además de sus grandes conjuntos monumentales, palacios, torres, iglesias, en las estrechas callejuelas de Olite brillan con luz propia los viejos caserones de la nobleza, como el del Marqués de Rada y el de Feria, actual Casa de Cultura, construidos en piedra de sillería, con sus grandes aleros de madera y sus hermosos escudos de armas.

La principal actividad del municipio, como tradicional tierra de vinos, se centra sobre el sector vitivinícola y toda la industria que genera a su alrededor, siendo muy destacada la fama de sus caldos. Cuenta nada menos que seis bodegas, la Estación de Viticultura y Enología de Navarra, el Museo del Vino y el Consejo Regulador del vino de Navarra. Merece la pena, además, demorarse un tiempo en Olite para degustar las exquisitas recetas del Parador de Turismo Príncipe de Viana, así como una especialidad local: la morcilla amarilla, con huevo.

Que visitar en Olite:

• San Martin de Unx
• Tafalla
• Castillo de Olite
• Beire
• Pitillas
• Tafalla