Al sur de la provincia de Segovia, a unos 30 kilómetros de la frontera entre esta y Madrid, se extiende el tranquilo pueblo castellano de Navares de Enmedio.
La población -con una población de unos 125 habitantes- se encuentra rodeada por los paisajes llanos típicos de la campiña segoviana cubiertos de campos de cultivo de cereal y girasol y con bosques de chopo o almendros.
Su cuidado casco urbano permite un paseo por algo de la historia del pueblo, visible en las construcciones de antiguas casas típicas hechas de adobe y madera que aún hoy quedan en pie o en sus construcciones de piedra. Su bonita y grande iglesia, dedicada a Santiago Apóstol y que data del siglo XVI, se encuentra en el centro de la plaza del pueblo y es un claro ejemplo del estilo románico que predominó en estas tierras. En la misma plaza hay una antigua fuente de varios caños que aún hoy emana agua limpia y potable con la que se refrescan los niños que juegan en el parque infantil situado a unos pasos de ella.
El pueblo cuenta con varios bares rurales típicos en los que tomar un refresco en los calurosos meses de verano o alguna bebida caliente en invierno. Las poco transitadas carreteras del pueblo y los alrededores son perfectas para tranquilos paseos a pie o en bici.
A las afueras del pueblo se puede llegar a una piscina pública con bar y restaurante en la que pasar una divertida y refrescante tarde en verano en este paraje rodeado de árboles y en el que no se escucha más que el canto de los pájaros.