Fue edificada hacia el año 1200 en la parte más elevada de la ciudad, en el emplazamiento de la antigua mezquita musulmana y sería d e traza románica aunque de pobre factura. El actual templo que vino a sustituir al anterior, data del siglo XVI. Encaramada en la dificil orografía de la ciudad, apenas tiene fachada, pues no hay espacio ni perspectiva para verla, estando flanqueada por un poderoso campanario de planta cuadrada.
Son curiosos una serie de restos romanos empotrados en el basamento de la torre; de estos fragmentos destacan algunas lápidas y sobre todo el bajorrelieve de la «sartén y la aceitera», que representarían posiblemente la «pátera» y el «preferículo», usados en los antiguos sacrificios.
La Catedral alberga en su interior un retablo de Cosme Damián Bas, obra de 1566, así como el retablo de San Pedro, atribuido a Juan de Salas, que desarrolló strabajo también a mediados del siglo XVI. Una visita merece el tesoro catedralicio, donde se exponen siete tapices de Bruselas del siglo XVI, que narran la historia de Gedeón, un curioso pez de cristal y otras piezas de orfebrería religiosa.

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