Situado en el norte de Zamora, muy próximo a la provincia de León, Fuente Encalada es una pequeña localidad de tan sólo 120 habitantes que ha sufrido el típico proceso de despoblación que en los últimos años se ha convertido en toda una tradición sobre todo en los pueblos del interior de la península.
Como suele ser también costumbre en los pequeños municipios, la agricultura y la ganadería se convierten en el principal sustento económico entre los habitantes. Por eso no es de extrañar ver grandes extensiones de terreno con diferentes cultivos al igual que granjas y animales pastando en los alrededores.
Pertenece a la comarca de Benavente y Los Valles. Precisamente una de las tierras en la que más vino se produce. De ahí que uno de los últimos negocios que ha llegado a Fuente Encalada haya sido una bodega de vino, en la que tanto las viñas como el almacén pertenece todo al mismo propietario.
Como edificio más significativo podríamos destacar la Iglesia en la que el porche de estilo renacentista con columnas se convierte en el principal protagonista. Lo mismo ocurre con la portada y la puerta del templo, en la que están representados los cuatro evangelistas, los apóstoles y una Anunciación.
Una de las celebraciones que está a punto de desaparecer en España pero que se conserva en el pueblo, es la de la puesta de mayo. Una fiesta primaveral en la que concretamente en Castilla y León la celebran con cantos dedicados a la Virgen María. Pero no sólo de cantos va la fiesta. Cucañas que los mozos trepan en busca de su recompensa o la “maya”, en la que la chica queda obligada a invitar al chico a una buena merienda.