Ambel es una de las villas de la comarca del Moncayo-Campo de Borja.Se encuentra en la provincia de Zaragoza, tiene una superficie de 61,8 km2.
Esta villa la podemos localizar en la cuenca de Huecha , situada sobre un llano con relieve ondulado hacia el Sur.
En 1137 ya existían la villa y el castillo de Ambel.En 1151 son entregados a la Orden del Temple por mediación de Teresa de Borja, rigiéndose por comendadores propios desde 1162.Tras la caída de los Templarios a comienzos del siglo XIV, Ambel será una de las mas importantes encomiendas de la Orden de San Juan de Jerusalen.
Su población principalmente se dedica a la agricultura, siendo los cultivos más destacados el olivo y la vid.En ganadería destacan el porcino y el ovino.
En cuanto a su historia habría que decir que fue emplazamiento de época musulmana, pasará como otras de la comarca a la Orden del Temple y tras ésta a la de San Juan de Jerusalén.
El Palacio de los Comendadores incluye la actual Iglesia Parroquial y es sin duda uno de los mas bellos palacios de Ordenes Militares que quedan en Aragón.
Dentro del palacio se conserva un torreón medieval vaciado en su interior y que con parte de otras dependencias del palacio, configuraría la primitiva fortificación.
La iglesia que forma parte del conjunto del palacio y datada en el siglo XIV, conserva ocultos en la cubierta restos almenados y saeteras.
El Palacio de los Hospitalarios o de San Juan nos ofrece la magnificiencia de un edificio renacentista que data del siglo XVI con torreones, patio y galería de arcos que perteneció a la citada orden.
En cuanto a historias curiosas no se nos puede pasar por alto la historia del dragon de Ambel.Hace mucho, mucho tiempo, los habitantes de Ambel estuvieron asediados por un fiero y terrible dragón.Ante la aparente imposibilidad de acabar con él y vivir en paz, los vecinos de la localidad suplicaron ayuda a San Sebastián, y éste se presentó en persona dispuesto a acabar con la temible fiera.San Sebastián y el dragón se enzarzaron en una feroz batalla.Cuando el dragón se vio perdido, emprendió una veloz huida.
El santo le persiguió a caballo y, de pronto, el dragón dio tal salto que desapareció, seguido por el caballo montado por San Sebastián.No se volvió a saber nada de ninguno de los dos, pero lo cierto es que los habitantes de Ambel se vieron librados del dragón, y como testimonio del hecho aún pueden verse en una roca las huellas dejadas tras el formidable salto.
Continuando con su patrimono destacar el enorme palacio torreado, predominantemente de ladrillo y con obras de varias épocas, fue durante siglos residencia de los comendadores de la Orden Militar de San Juan ó la famosa ermita del Rosario obra de estilo barroco con una torre mudéjar bastante más antigua.
Otros edificios del casco urbano son la iglesia de estilo barroco de Nuestra Señora del Rosario con retablos platerescos y torres mudéjares; la iglesia parroquial de San Miguel que data de los siglos XIV y XVI, y además bellas casas de ladrillo del típico estilo aragonés del siglo XVI.
En el apartado de fiestas populares y patronales citar el viernes Santo se celebra el entierro del Cristo, en la plaza principal.Hacia el tablero situado en ella, sale en procesión el Cristo de madera tallada, metido en un ataud, custodiado por los "alabarderos", el "angel" y varios personajes con capas de paño, que marcan el paso al son del tambor.
Las fiestas patronales, en honor de las Santas Reliquias, se celebran del 28 de Agosto al 2 de Septiembre, y destacan en ellas la actuación del Grupo de Danzantes, cuyos mozos interpretan danzas con "palotiau" y trenzado de cintas, ataviados con grandes pañuelos a la cintura y cascabeles ceñidos a la pantorrilla.